viernes, 29 de mayo de 2009

concierto, hoy


amigos:
os informo del concierto en homenaje al pueblo saharaui, ejemplo de como no se debió hacer una descolonización.
Ya me meteré en este charco otro día...
El que toca la traversera, Fernando Barbero, es vecino mío en el pueblo, y además blanco de las iras de mi hijo pequeño por culpa del modelo y color del coche.
Saludos, otra vez.
Fernando

.. y no es broma.

Buenos días: ( y seguimos con lo mismo)

que no es broma, en serio. Echad un ojo. Yosqueyanopuedomass consta banda:


http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/28/espana/1243529885.html

La banda que todos sabemos pide a IU 15.000 dineuros por derechos de autor al utilizar una parodia del "a por ellos, oé..." en un vídeo de publicidad electoral.

Pá meal y noshar gota...

¿habéis firmado ya?

jueves, 28 de mayo de 2009

Cánones, cañones y piratas diversos.

Hay días en que te ponen a tiro los temas que te cabrean y sobre los que te gustaría dejar bien escritas un par de cosas.
Lo digo porque he leído hoy en un blog de “El Mundo” que un comité de la SGAE se presentó en casa del administrador de dos páginas de internet (dos güés PSP2 de esas) para pedirle que les facilitara datos. Y va el menda y les deja pasar… y supuestamente se han llevado discos duros de su casa. ¿¡Alguien lo entiende!? Las dos cosas, digo: que la SGAE registre sedes o viviendas y que el afectado les deje pasar.
(http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/28/catalejo/1243464117.html).
Claro, que las explicaciones de la SGAE son de aúpa: es que se han tergiversado los hechos…
(http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/28/catalejo/1243510544.html)

Por si acaso la noticia no tuviera suficiente mandanga, me manda mi amiga Elo de Overon y también mi sobrino Rober, un correo en el que se especifican los nuevos planes para más cánones: la SGAE pondrá al día los cánones de tal forma que cualquiera que compre aparatos nuevos (y luego oiga, copie, reproduzca o instale programas de lo que sea… O NO) tendrá que pagar de media unos 303 euros por hogar.
Echad un ojo a la propuesta:
ejemplos:
- 1 ordenador con 160gb de disco duro (22 € de canon)
- 1 re-grabadora de dvds de ordenador (16,67 € de canon)
- 1 impresora multifunción (10 € de canon)
- 1 cámara de fotos con memoria para 200 fotos (9 € de canon)
- 1 reproductor de dvd para tu casa (6,61 € de canon)- 1 Equipo de música para tu casa (0,60 € de canon)
- 1 línea adsl de 1 MB (35 € de canon anuales)
- 200 cds vírgenes para grabar diversos datos (50 € de canon)
- 100 dvds vírgenes para grabar diversos datos (140 € de canon)

¿Se imaginan a Rubalcaba, ministro de Interior, proponiendo un pago de “X” miles de euros al comprar un coche para asegurarse de cobrar las multas por si acaso cometes infracciones de tráfico. ¿A que es bueno el ejemplo? Y gran idea lo de pagar a los familiares del arquitecto que ya cobró la obra del edificio al que estás entrando. Cobremos a los que pasean por una calle porque hay muchas rosas y los olores que desprenden tienen derecho de autor del biólogo que seleccionó genes, del jardinero que las plantó y del que las riega… y del director de la contrata que trabaja para el ayuntamiento de esa ciudad. ¿A que mola?

A mí me fastidiaría que un sinvergüenza, un pirata, copiara mis discos y vendiera mis canciones a menor precio porque él no paga seguridad social ni invierte ni paga a sus trabajadores. Tiene una legión de esclavos que malviven de sus ventas.
Pero de ahí a tener que pagar a una mafia (porque son una mafia) por poder reproducir en mi video mis cintas de vhs que grabé yo con mi cámara, en las que tengo grabadas a mis hijos media un abismo. Esta panda de mafiosos se arrogan el derecho de todos los autores (igual que ciertos fanáticos de ciertas sectas políticas se arrogan el derecho a representar a todos los miembros de un pueblo) y han conseguido unas cuotas de poder que no trago. Así que, desde esta humilde tribuna, me uno a la petición:
Firma si no quieres pagar esta burrada. La Ley está debatiéndose en el Congreso y pronto verá la luz si no hacemos nada al respecto.
http://www.todoscontraelcanon.es/
Y, lejos que querer enmendar la plana a la Real Academia de la Lengua y con todos mis respetos, la cosa se ajusta ella solita:

Pirata: 3. Persona que, junto con otras de igual condición, se dedica al abordaje de barcos en el mar para robar.
4. Persona cruel y despiadada (que graba bodas para pedir dinero por el chunda-chunda de la orquesta)

Filibustero 1. m. Pirata, que por el siglo XVII formó parte de los grupos que infestaron el mar de las Antillas. Igual que ahora la SGAE infesta cualquier cosa que grabe, reproduzca, lea o emita.

Bucanero 1. m. Pirata que en los siglos XVII y XVIII se entregaba al saqueo de las posesiones españolas de ultramar. Y del territorio propio, que fuera les partirán la cara.

Corsario 1. adj. Se dice del buque que andaba al corso, con patente del gobierno de su nación. Más claro el agua.
2. adj. Se dice del capitán de un buque corsario y de su tripulación. U. t. c. s.

Capitán…ese es el que manda, ¿verdad señora ministra?

¿Alguien recuerda alguna utilidad práctica del autor de la canción “Marica de terciopelo”, que iba de punk siendo mal estudiante y que luego se operó la nariz? ¡Ah! ¡sí! Presentaba un programa que se llamaba “Lingo” ¿Le cambió el nombre para no pagar derechos al creador del “Bingo”?

En fin, sería bueno que esto no saliera adelante.

Un saludo a todos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Perder el siglo XIX y el XX

Magnífico el artículo de Félix de Azúa en "El País" , Cavilaciones de un viajero, de hoy día 27 de mayo. Es genial. Lo suscribo entero y la verdad es que, desde que mi viejo profesor Don Miguel Ruiz me diera las primeras clases de historia, y luego otros con visión un tanto peculiar y torcida (¿verdad Sr. Bullón, alias Siso?) vi claro que España tuvo en su mano dos magníficas oportunidades para no quedarse rezagada en la historia del resto de Europa.

Una fue la invasión napoléonica: os voy a poner al día, que andáis muy retrasados (y de paso, algún beneficio saco yo) debió de pensar Napoleón cuando empezó a mover el tinglado de relevar a la familia borbón reinante, dechado de virtudes y cualidades como todo el mundo sabe. Luego lo que todos conocemos, que éramos muy brutos y preferimos "las caenas" propias a las mejoras provenientes del extranjero, porque los extranjeros son eso, extranjeros (ya lo dice el nombre). A algunos que pelearon para modernizar la monarquía, forma de gobierno no discutida por nadie en aquel entonces, mi tocayo el VII les metió en la cárcel. No iba a dejar el llamado "deseado" que nadie pusiera cortapisas a su poder, proveniente directamente del cielo con la intermediación de la Iglesia Católica, claro.
Ahora que se han cumplido doscientos años de la Guerra de la Independencia, se ha comentado de todo y yo no puedo discutir ni rebatir a nadie, obviendo los extremos que van desde el más rancio patriotismo hasta los que consideran que fue una guerra civil (sí, sí, que lo he oído yo en una tertulia). Yo lo sigo viendo como una oportunidad perdida. ¡qué se le va a hacer!

La segunda fue la Guerra Civil, o más exactamente, que la II Guerra Mundial no pasase por aquí para poder partir desde otra plataforma hacia el futuro al igual que los países vecinos, Portugal aparte, claro. Recuerdo las conversaciones con mi padre, al cual le habría tocado de pleno participar en la verbena, negándose ni siquiera a oir las supuestas ventajas que habría reportado el hecho. Claro, que mi padre vivió la posguerra, en un país arrasado, reprimido, en el que nadie se atrevía a respirar en público por si algún chivato iba a dar el cante a la Guardia Civil. Y de aquella, ya se sabe, el mero hecho de entrar en un cuartelillo era toda una aventura, por lo incierto de la salida. Si los aliados hubiesen invadido la península (menudas playas hay en Levante para un desembarco masivo), España habría podido beneficiarse de las ayudas del Plan Marshall, tener una democracia desde el principio como sus vecinos y sin tener (como dice de Azúa) "que avanzar vertiginosamente desde los años 80".

Historia-ficción, claro, porque tal vez el peso de España en cuanto a territorio (otra cosa, creo que no) podría haber retrasado o alterado el desarrollo de los acontecimientos que sí sucedieron. ¿Se imaginan Vds. a los estadounidenses prestándose a los intentos de los exiliados del PNV de facilitarles desembarcos a cambio de garantizar la independencia de "los vascos"? ¿Y a los submarinos británicos dejando la base de Gibraltar para asentarse en el puerto de Barcelona y así defender los derechos de la oprimida región catalana?. ¿La legión extranjera francesa aprendiendo el himno gallego?.
Los aliados entreteniéndose en la piel de toro... y Stalin sin pararse en Berlín y llegando hasta los Pirineos. Total, al final, habríamos seguido otro destino.
¿Será que no tenemos remedio?

lunes, 25 de mayo de 2009

Niñosss...

Al poco de que naciera mi primer hijo, se publicó en “El País” una viñeta de Forges en el que se veía un bocadillo con el llanto de un niño (Buahhhhhhhhhhhhh…) y otro en el que un adulto decía “¡Déjale la motosierra al niño, coñes!”.
Es un chiste pero también es una realidad: con tal de que no moleste, al niño se le deja o se le da cualquier cosa. No importa lo ruidosa, molesta o peligrosa que sea: que se calle y no incordie…a los papás, claro. ¡Quién no ha sufrido alguna vez durante un viaje largo (eterno) en tren o en avión las andanzas de un maleducado!

Ojo, que no me quejo de que un crío no me deje dormir porque le estén saliendo los dientes o esté enfermo. Bastante mal lo estará pasando él y sus padres, pero si sus progenitores le mantienen despierto hasta las tantas de la madrugada para que por la mañana no les despierte a ellos, pues eso sí me molesta (sobre todo si no me deja dormir a mí).
La pedagogía moderna ha causado estragos en la juventud actual y no digamos en la venidera. Cualquiera que viva en comunidad (la mayoría) sabe lo que puede significar llamar la atención a un niño de 4 ó 5 años porque esté arrancando hojas, flores o frutos de un arbolillo del jardín de todos; lo más normal es que el niño no entienda lo que le dices, porque no está acostumbrado a que nadie le llame la atención, a que nadie le ponga cortapisas a su actuación, y más si es un extraño, aunque sea un vecino.
Lo segundo y más grave es la reacción de sus padres; ahí puede pasar de todo; “Vd. no vuelva a tocar a mi hijo” te dirán, aunque hayas evitado que el pequeño monstruo se despeñara al foso de la entrada del garaje. Ellos estaban de charla en un banco al sol (o la sombra) y su retoño se encaramaba como si fuese una cabra y tiraba piedras a quien pasaba por debajo.
Vale, de acuerdo, faenas las hemos hecho todos, algunas cuadradas y más en grupo, porque lo que no se le ocurre a uno se le ocurre a otro. De lo que me quejo es de la reacción de los papás. A mí me bastaba con que mi madre me chistase desde la ventana y cualquier persona mayor (mayor que nosotros, los críos) te podía regañar e incluso cogerte de una oreja y llevarte a tu casa para que tus padres tomaran nota de lo que habías hecho. Por la cuenta que traía, más te valía que nadie te tuviera que llamar la atención. En casa se consideraba prueba irrefutable la declaración de un adulto… ya me entienden ustedes.

Es fácil criticar, sobretodo si no tienes ni idea de lo que se está hablando. El escritor Lorenzo Silva, en su libro “La niebla y la doncella” pone en boca de uno de los personajes ( Vila, a la sazón sargento de la Pica) la siguiente reflexión: “Pero creo que para reducir los daños uno debe aceptar que el oficio de padre es algo antipático. Puedes hacerlo con más o con menos dulzura, pero te toca poner límites. Y a la vez, cuidar de no cortarle las alas al polluelo. Se dice fácil”.
Cualquiera que sea padre habrá reconocido en estas frases una de las mayores verdades del universo (bueno, vale, me he pasado) pero es que es así. Protesto contra el papel de papá enrollado que tanto daño ha hecho. Hijo: yo no soy tu amigo, soy tu padre y no puedes hacer todo lo que quieras, siempre que quieras, en cualquier sitio en el que quieras. La vida pone límites, y si no los conoces y no sabes cómo enfrentarte a ellos, te convertirás en un frustrado, lo cual a su vez te llevará a dos opciones: o te quedas acongojonado en un rincón o te conviertes en delincuente porque no se te resista nada ni nadie.

Dice el sargento Vila también: “supuestamente hay un justo medio virtuoso, que consiste en joder al cachorro lo mínimo y proporcionarle las máximas posibilidades de salir a pelear solo, pero ese equilibrio no está siempre tan claro como uno querría.” Efectivamente, los cachorros no vienen con manual de instrucciones y siendo pequeños sí te das cuenta de que el ser humano es racional: aprenden a una velocidad pasmosa, lo bueno y lo malo. Luego, cuando superan la edad agradable y entran en la edad del gamberrete es cuando se nota el poso que deberías haber dejado en ellos: además de expresarse correctamente, deben ser capaces de jugar pero también de parar cuando toque. No puedes andar pidiéndoles por favor durante una hora y media que dejen la consola de marras y se metan en la ducha.
Una vez en un tren Valencia-Madrid presencié la humillación permanente de una madre durante las cinco horas que duraba el trayecto. Se pasó el viaje rogando, suplicando, implorando a un monstruo de no más de 5 años que no gritase, que no la pegase, que no le mordiera, que no se levantara… ¡qué pena! Yo de aquella no tenía hijos, pero ya lo tenía claro: el monstruo de marras habría visitado conmigo el aseo, se habría llevado dos azotes bien dados (sin miradas que me denunciasen, claro) y se habría estado quietecito el resto del camino.

Yo no me considero modelo de nada, ni de padre ni de persona (que tengo más faltas que una pelota rota), pero no voy a dejar que me tiranice nadie, menos un monstruo de pocos años y que encima es mi hijo, así que:
¡Resistámonos, padres! ¡Repetid conmigo!:
- no compraré teléfono móvil al crío hasta que sea estrictamente necesario, no porque lo tengan los de su clase;
- no pondré televisión en la habitación del crío; la tele en común une y enseña a compartir;
- no pondré router inalámbrico para que se vaya con el ordenador portátil a su habitación: el ordenador con horario y en sitio común;
- no compraré versiones superiores de la misma consola por mucha mejora de gráficos o sonidos que tenga. Y si se han pasado ya los juegos, yo todavía voy por la pantalla 3 del de aviones (por ejemplo);

Y además así les enseñaremos que hay que negociar en esto y en todo. Y a veces incluso terminarán victoriosos… porque acabaremos cediendo, ¿verdad?.

viernes, 22 de mayo de 2009

Diseñantes

“Diseñantes”

Hoy, como todos los días, he venido a trabajar en metro. Me monto en una estación de la línea 5, hago un transbordo un poco más allá a la 10 y luego sigo mi recorrido por la 6. Variedad que no falte.

Intento hacer este rato lo más ameno posible, así que me engancho a la barra con una mano y con la otra sujeto el libro que devoro (en estos momentos, releo “La niebla y la doncella” de Lorenzo Silva). Pero hete aquí que hay unos vagones en la línea 10 que odio con todas mis ganas: son muy amplios, de color verde; creo que son los de la serie 8.000, que colocan de dos en dos unidades (doble composición, dicen). Tienen el morro larguísimo, así que el espacio interior que se pierde en la zona en la que conectan esas dos unidades es considerable.
Pero es que además, por dentro son incómodos, pese a su amplitud. No hay barras horizontales en altura, sólo hay dos barras verticales en la zona exterior de los asientos y asideros entre cada dos asientos. Es decir, no hay dónde asirse. Me imagino que el iluminado que diseñó esto lo hizo para que nadie se quedase en la puerta, para forzar el paso hacia el interior. Pero cuando en ese “dentro” no hay suficientes asideros, barras, agarraderos o enganches, no tienes (literalmente) dónde sujetarte, así que empiezas a girar (como si tuviésemos sitio para maniobrar a esas horas), intentas apoyar la espalda porque sólo hay asideros para dos manos (contadas) en la zona interior entre asiento y asiento, pero las paredes están ocupadas así que te colocas en precario equilibrio abriendo las piernas para intentar mantener el equilibrio. Igual que tú lo hacen decenas de personas y al final de las pocas barras nos agarramos (o eso intentamos) un montón de gente. Entonces se da el caso de que entre barra y asidero de asiento queda espacio libre (sí, sí, espacio libre en hora punta en un vagón de metro) en el que cabrían fácilmente cuatro o cinco personas, pero si te colocas ahí, no hay manera de evitar sentirte un “tentetieso” que se bambolea de un lado a otro, amenazando con pisar al resto de viajeros. Si encima, quieres ir leyendo, ya os podéis imaginar.

¿Quién diseña estos vagones de metro? Yo os lo diré: alguien que no viaja nunca en ese medio de transporte. ¿Quién diseña las marquesinas de autobús (donde las haya, claro)? Alguien que nunca ha pasado frío en invierno, o se ha cocido en verano esperando al autobús veinte minutos al sol poniente del mes de julio.
Igual nos pasa con todos los –llamémosles- diseñadores, que aislados en su torre de marfil o rodeados de la caterva de pelotas que “trabajan” para ellos, un buen día deciden o diseñan qué es lo mejor para el resto de sus ciudadanos, generalmente sin consultarles a ellos.
Deciden que lo más importante en estos momentos aquí y ahora es (por ejemplo) que las niñas de 16 años puedan abortar sin el permiso de los padres, o hace cuatro años que a la unión entre homosexuales se le llamara “matrimonio”, o anteriormente que lo más de lo más para el futuro y la historia de España fuera apuntarse a la guerra de Iraq hombro con hombro con los ejércitos de Bush y Blair. ¿De verdad estos “grandepensadores” reparan en las consecuencias de sus actos para el resto de seres humanos, como sus vecinos, subordinados…? No, ellos piensan en lo que les interesa a ellos y a los suyos… que generalmente, no somos los que viajamos en metro.

En el sitio en el que trabajo ahora, llegó hace un mes una nueva directora. Ha descubierto la pólvora, la rueda y la electricidad, todo de golpe: ha decidido ahorrar (como decían las abuelas) en el chocolate del loro para ganarse una palmadita en la espalda de quien le ha colocado ahí. Ha decidido que suspende el programa de nuevos lectores en universidades de países “ricos” (Unión Europea, América del Norte y algunos de Oceanía), así que el esfuerzo hecho por esta misma Agencia durante años, abriendo nuevos horizontes a la enseñanza de la cultura y de la lengua española, negociando con universidades, moviendo a las embajadas y demás labores, se va al traste. Los estudiantes ya seleccionados por las universidades extranjeras no saben si van a ir o no (seguro que no), pero es que cada caso es un drama: hay países complicados para los que hay que pedir visado, hay estudiantes que tienen que buscar alojamiento o han pagado una reserva, e incluso tienen que escoger si les sale otro empleo/beca/ayuda.

Lo que decía, el “diseñante” decide una estrategia, o una marquesina o un vagón de metro… y no tiene ni idea de lo que conlleva eso, porque no lo sufre.
¡Así nos va…!

jueves, 21 de mayo de 2009

Econo... mía y tuya también

Econo..mía y tuya

Dice un dicho que un economista es una persona que te explicará mañana por qué no se cumplió hoy lo que había pronosticado ayer.
¡Qué mala leche! ¿Verdad? Y cada vez me parece más cierto. ¿Se acuerdan Vds. de que en julio del año pasado, con el precio del barril de petróleo disparado, había analistas (o tertulianos de nómina) que apuntaban que ese precio seguiría imparable hasta los 200 dólares por barril? Llegaban a decir que había que invertir en petroleras… ¡menudos linces! Ojo de topo sería su nombre indio más adecuado.

En julio había indicios serios de que la actividad económica no iba tan bien como hasta entonces, empresas habitualmente serias empezaban a retrasar o a negociar pagos y por ende, tú como empresario o como autónomo acabas retrasando tus pagos…mientras puedas y te dejen los bancos y hacienda ¿Y qué decían los que mandaban : pues que no había crisis ni visos de que la hubiera.
Lo bueno es cuando tu principal cliente te informa en septiembre de que no tiene dinero para pagarte y que te busques otro, porque él no va a contratar tus servicios. Color cera, ese es el tono exacto que adquiere tu piel cuando lo oyes.
Te lías la manta a la cabeza y te pones a buscar trabajo: cualquier trabajo. Te apuntas a todos los motores de búsqueda de empleo, conocidos y menos conocidos, te apuntas al paro y te vuelves mico enviando tu currículo a todas las ofertas en las que crees que puedes encajar. Mes y medio enviando tus datos y tu historial y ni siquiera te contestan para decirte que “gracias, negros ojos tienes y … puerta”. A todo esto, los que mandan dicen por entonces que “esperan un aterrizaje suave de la economía”.

Estamos en mayo, los datos económicos apuntan a un número de parados escalofriante y un bajón del producto interior bruto, buen indicador de la salud económica, que pasa del 4%. ¿Pero sabemos lo que quiere decir esto? No, la mayoría no, y casi es mejor no pensarlo: la economía no sólo no crece sino que se destruye, a unos niveles no conocidos en los últimos 30 años. ¿Tendrán que emigrar los españoles a buscar trabajo como hicieron en los 50 y los 60? Pues no lo sé. No hay trabajo, no hay mecanismos estructurales para crearlo y hay tortas para conseguir un puesto de recepcionista mal pagado y con horario canalla. ¡Cómo estarán disfrutando algunos! Pueden escoger entre un montón de candidatos, estableciendo los requisitos que se les ocurra… y los que mandan dicen ahora que “se empieza a ver la luz al final del túnel”.

¿Por qué será que cada vez creemos menos a los que se supone nos deben de guiar y administrar? ¿Será porque cobran un buen sueldo (no me digan que el de diputado en el congreso o en un parlamento autonómico no está mal) y además tienen una serie de gastos cubiertos (cafés baratos, dietas, tarjetas para viajar gratis en avión o en tren…) y tú no tienes ni derecho a cobrar paro porque eres autónomo, porque si no eres autónomo no cuentan contigo, así ellos se ahorran pagarte la seguridad social y pueden prescindir de tus servicios en cualquier momento: “… que el lunes que viene no vengas ya, que no te necesitamos y la factura del mes antepasado ya si eso, a ver si te la pagamos el mes que viene…” y son tan inútiles que ni así crean empleo ni riqueza: prefieren tener a la gente cabreada y a disgusto, pero ahorran y ellos sí tienen un sueldazo.

Hay que volver al gremio, al sindicato, a la tarifa mínima, al mínimo de derechos; mientras no sea así, seguirán abusando, no sólo los muy ricos, sino el más simple de los supuestos empresarios .
No te creas nada…pelea. La econo no es sólo mía, también es tuya, todo el mundo está relacionado, y si no, echad un ojo a la magnífica explicación que hizo de cómo se gesto la crisis el economista Leopoldo Abadía, en el programa de Buenafuente:
http://www.youtube.com/watch?v=lU-j2mIwOpE

miércoles, 20 de mayo de 2009

Cambio climático y III

CONSIDERACIONES III


El Ártico se funde, es obvio. La capa de hielo se retira, el grosor del hielo se reduce, los osos polares van a tener problemas… ¿Saben vds que el hielo del Ártico tiene unos dos mil años? ¿y qué había antes de esa fecha? ¿había hielo? ¿agua?

¿Por qué los vikingos llamaron Groenlandia a esa gran isla? (Groen, Grün, Grön= verde). Mira que si pasaron por allí y era verde la isla porque el hielo se había fundido cuando ellos navegaban por esas latitudes.

Pero ya está informada la Humanidad y todo el mundo sabe que el cambio climático existe, que es una catástrofe y que el planeta se va al garete.

Y en éstas aparece en el horizonte la solución a nuestros problemas energéticos, clave para no contaminar más y salvar la vida tal y como la concebimos; dicen que es limpia y barata, y que sus fuentes son amplísimas. ¿No lo han notado vds.? No hablamos de energía eólica o solar, no. Sutilmente, desde hace un tiempo en los medios de comunicación salen sesudos analistas hablando maravillas de la energía nuclear. Sí. Esa. Limpia, dicen, por eso no quiere nadie que los residuos (activos por siglos) estén cerca de sus casas. Fuentes casi inagotables: minas de uranio, ¿en manos de quién están esas fuentes? ¿Viaja alguno de sus propietarios en el metro con nosotros? Centrales nucleares: el negocio está en la construcción del monstruo. ¡Cuánto cemento y hormigón se necesita para levantar semejante fábrica de energía!
No nos dejemos engañar: la electricidad sí es limpia; los residuos radiactivos son perpetuos (a escala humana, no geológica) y el negocio de la construcción es una milonga para los de siempre.
No se crean nada y piensen. Es gratis… aún.

Cambio Climático II

CONSIDERACIONES II

El cambio climático existe. Menuda perogrullada, ¿verdad?, pero el cambio climático existe desde los orígenes del planeta Tierra. Hubo selvas tropicales en Málaga, y en zonas desérticas de África hay representaciones de animales que hace muchos siglos no habitan en esas tierras. ¿Hubo un régimen distinto de temperaturas y precipitaciones? Seguramente sí.
Y ahí viene lo complicado de asegurar ciertos datos: la meteorología tiene apenas 200 años de historia, es decir, que el registro de temperaturas y precipitaciones tiene dos siglos, y eso, en períodos geológicos es un pestañeo. No es representativo. Los registros fiables no explican cuánto frío hacía en Burgos cuando el Cid andorreaba por allí, si Alatriste se pelaba de frío entre duelo y duelo o si la Revolución Francesa tuvo su origen en una “miniglaciación” que arrasó cosechas durante unos cuantos años previos al esplendor de la guillotina. Lo que sí parece claro es que los cambios que afectan a grandes zonas del planeta, como el fenómeno de”El Niño” o “La Niña”, tienen su origen en los cambios de temperatura de las corrientes marinas que –no lo olvidemos- son el principal factor condicionante del clima en el planeta. La paleo oceanografía, estudio del pasado de los océanos y mares, podría darnos muchas claves: por qué se altera la temperatura y sobretodo, cada cuánto pasa esto. Ahí sí está la clave, en mi opinión.

Seamos serios: que nieve en la Sierra de Guadarrama en abril o haga calor en Sevilla en julio, no implica que el planeta se vaya a paseo, pese a que las productoras de televisión y los periodistas hayan descubierto que el tiempo atmosférico es noticia. Hacer un directo desde el Puerto de Somosierra en diciembre porque hay cinco grados bajo cero es perder el tiempo (no el atmosférico), aunque sí puede ser útil para quien tenga que salir de viaje ese día.

Y en esto, llegó el profeta, el nuevo mesías, más bien “el listo”, o mejor aún, “el enterao”. Al Gore, vicepresidente de un país que se negó a firmar el protocolo de Kioto descubre que las temperaturas medias del planeta van subiendo (de las precipitaciones no dice nada) y que él (que cobra una cantidad indecente de dinero por mostrar estadísticas) es quien va a sacudir las conciencias…sobretodo en su país, los Estados Unidos, con un gasto energético inasumible y con las fuentes de energía petrolífera en manos de sus amigos árabes. Y por contraste, el anterior presidente George W. Bush, a quien todos recordamos por sus grandes y acertadas decisiones, autoriza que se busque petróleo en Alaska, cambiando la ley para que los santuarios naturales puedan ser explorados o perforados en busca de más petróleo. ¡En qué manos estamos!

A vueltas con el cambio climático I

A vueltas con el cambio /Consideraciones I

Hace unos cuantos años, cuando yo estudiaba geografía y no había ordenadores para procesar tantísimo número y las tablas sobre cualquier cruce de datos se elaboraban con calculadora y una planilla bien organizada, empezó un grupo de especialistas a apuntar la teoría del cambio del clima a nivel mundial.

Los primeros estudios, según nos contaba nuestro profesor, se centraban en los restos que los aviones dejaban en la atmósfera, producto de la condensación de los gases de los motores a reacción por efecto de las bajísimas temperaturas que hay a esas alturas. Se empezaba a apuntar que eso, sumado a la creciente polución atmosférica, fruto sobretodo de los humos industriales y del automóvil, producirían cambios en el clima tal y como lo conocíamos. De hecho, aparte del agujero de la capa de ozono de la Antártida, ya se daban casos de lluvia ácida en países de Europa, como Francia y Alemania que veían como los bosques de la región de los Vosgos y de la Selva Negra respectivamente, eran devastados por la fatídica combinación de la lluvia con los gases provenientes de las industrias (propias y de países vecinos como la entonces Checoeslovaquia). No es la química mi especialidad, pero creo recordar que bajo determinadas condiciones la combinación de la molécula del agua (H2 O), junto al azufre (S) y los diversos óxidos del carbono (monóxidos y dióxidos) pueden acabar formando nada menos que ácido sulfúrico (SO4 H2), que como todo el mundo sabe, no es precisamente saludable. Los bosques se convirtieron en descampados con un montón de troncos pelados, restos de abetos en su mayoría.

Se conocía ya entonces el llamado “efecto isla de calor”, que se explicaba de una manera muy sencilla: si acumulas fuentes de calor en un reducido espacio, la temperatura media de ese espacio aumentará en relación al espacio que lo rodea. Y para muestra un botón: cualquiera que conozca Madrid sabe que hace más frío siempre en la periferia que en el centro y a veces con diferencias considerables: entre el Puente de Segovia y la Puerta del Sol (no llega a cuatro kilómetros) puede haber cinco grados de temperatura de diferencia, lo justo para convertir la nieve en agua.
Yo tengo 47 años con la oposición ganada para 48. Cuando era un crío, en mi casa sólo había una estufa de butano, que se ponía poco y sólo cuando hacía mucho frío. En la calle había pocos (muy pocos) coches y la calefacción central era un lujo de casas de ricos que vivían en el centro. Si eso lo extrapolamos resulta que las emanaciones de calor que entonces salían de Madrid eran muchísimo menores, por lo que tal vez sea verdad que en Madrid hacía más frío hace años, o más exactamente, Madrid emana más calor, el efecto “isla de calor” de la capital es mucho mayor ahora.
Tampoco se puede cuantificar el hecho de “hacer frío”. Si en vez de ir en el coche directamente desde el garaje de tu casa al garaje de la oficina, tienes que esperar quince heladores minutos al autobús (en una marquesina cuyo diseñador jamás espera al autobús en enero), o si tus hijos están en casa calentitos en el sofá tumbados jugando a la consola, no tendrán la sensación que tuvimos la mayoría jugando a la pelota en la dura calle, sin más abrigo que un jersey de lana tejido por nuestra madre o nuestra abuela.El frío, la sensación de frío, forma parte del clima; éste resulta de la combinación de diversos factores, como la temperatura, el régimen de precipitaciones, la altitud, la distancia al mar… Si se altera uno de los factores, el conjunto cambiará.