martes, 5 de junio de 2012

Leer entre líneas

Recuerdo cuando alguien te corregía un comentario sobre un texto y te decía que no habías entendido nada, que los árboles no te dejaban ver el bosque, que te habías quedado en la forma sin comprender el fondo. A la lógica desorientación por esto se sumaba ver que el listo de turno (que podía ser tu profe, el enterado de la clase o cualquiera que fuera por la vida de "conocedor") te daba la solución: Hay que leer entre líneas, decían.
De esa forma se captaba el mensaje que buscaba difundir el autor. Bien porque fuera un Góngora que únicamente escribía para listos o versados o porque quisiera despistar a la censura, como hacían los de las revistas tipo "Hermano Lobo" o "La Codorniz". La verdad es que en mi casa no había libros de Góngora y las revistas estas estaban consideradas como un timo por dos motivos:
1- la pasta que costaban (lo que diez Pulgarcitos o Tío Vivos) y
2- el hecho sospechoso que en sus consejos de administración o editoriales siempre había alguien adicto al régimen, que (como decía mi padre) "os saca la pasta mientras pensáis que veis algo distinto".

 Estoy un poco harto; bueno, no: MUY harto de los malditos políticos que nos han tocado en suerte y que nosotros mismos elegimos (Somos el país de Europa con más políticos por habitante). Temo que mis amiguetes y seguidores acaben hartándose y digan "ya está el pesao con lo de siempre..." y es verdad, pero es que esto es importante. Las decisiones que se toman en despachos afectan a los humanos de pie y estamos llegando a extremos no solo nunca vistos, sino sencillamente inquietantes.
Venía el título a cuenta de los planteamientos del actual gobierno español: no hay promesa que haya hecho o que haya apuntado que no haya roto. De esta forma, no hace falta "leer entre líneas": está más claro que el agua que van a lo suyo, que pasarán por encima de todo y que no se detendrán porque la codicia es más fuerte que sus creencias o compromisos. Se comportan como carceleros de campo de concentración, como capataces de plantación sureña, repartiendo leña para ganarse una palmadita de sus amos. ¿Quiénes son sus amos? los banqueros en primer lugar, los famosos "mercados" a los que (Anguita dixit) no ha elegido nadie; y es que empiezas y no terminas con escándalos, robos, indecencias, injusticias (joé el Divar) y claro, para muestra un botón, que decían los viajantes:

- El rey advierte de que la austeridad sola no salvará Europa. ¿Este sabe lo que es austeridad?
- El gobierno reconoce que la banca necesita la ayuda de Europa. ¿Qué decían la semana pasada?
- Rajoy defiende por primera vez en público los eurobonos. Este tipo ¿no decía lo contrario antes de ayer?
- El PP protege a Dívar y no explicará sus viajes en el congreso. Claro.
- Bankia... ¡aahhhhhhhhhggg...!
- Urdangarin y los millones que teóricamente se ha guardado él (cosa harto improbable, viendo su cara de tolay. ¿no será el cabeza de turco de alguien)
- Los EREs del gobierno andaluz y sus mangoneos
- Del PP de Valencia... ¿queda algo por decir?
- De la desvergüenza del gobierno catalán de seguir gastando millones de euros en embajadas ni hablo.
- La alcaldesa de Madrid se niega a bajarse el sueldo un 5% ... con el apoyo del PSOE y de IU que aspiran a pillar tajada algún día, y claro, no van a perdonar un 5% de ¿cuánto dinero? No será poco, no.
- El Senado... que ahí está gastando dinero.
- Esperanza Aguirre, que después de presumir de lo bien que llevaba las cuentas, resulta que tiene que tragarse el sapo del doble de lo "presumido". ¿no sabe sumar Percival, el consejero? También tiene narices la cosa.

- La legislación laboral: o tragas con esto o te echo con cuatro euros, porque para eso hemos hecho la ley. Y ahora me ha tocado a mi. Primero de cerca: echaron el día 1 del curro a mi hermano, con 60 tacos porque es el que menos tiempo lleva. Y el imbécil de su jefe le llama hoy y le dice que no diga a los clientes que le han despedido... Ese iba para político pero comió mal algo a alguien y ahí se ha quedado.
Y también me ha tocado a mi: hay que ahorrar dicen, y con un entusiasmo de converso se ponen a pegar tijeretazos: Los de más de 60 a la calle; los de entre 56 y 60, que firmen que se van con 60 y (nos) pueden echar a unos 100 al paro con la promesa de llamarnos según vayan cumpliendo años los del actual grupo de entre 56 y 60.
Y ahora, sinceramente...¿vds se fiarían de las promesas de estos tipejos?...
Yo tampoco.

No sigo. Se acabó. No vuelvo a escribir de política. Me desahogo escribiendo pero esto no sirve para casi nada fuera del ámbito personal y de mis colegas. A partir de ahora, recetas de cocina, viajecitos y si alguien quiere cortar cabezas de verdad, con sangre y como aviso a  inútiles al mando de un barco que va a la deriva por sus propias actuaciones, que me llame.

Disfruten.

Nota: las ilustraciones son de (por orden)scielo.cl; www.unaodiseaescolar.blogspot.com y publico.es