miércoles, 27 de noviembre de 2013

Subir hasta donde no se sabe que se puede.

Hay veces que uno se sorprende de lo que puede hacer. Es cuestión de mentalidad, de equipo y de buena compañía. E incluso de no haberlo pensado mucho.

Vista subiendo la Morcuera
El pasado domingo conseguimos quedar (¡por fin!) mi compañero Carlos y yo, con la lástima añadida de que no se pudiera sumar a la expedición Trifi, el tercer colega, para salir con la bicicleta por la sierra de Madrid.

La ruta, que empieza en el pueblo de Miraflores de la Sierra y sube durante un tramo de 16 kms aproximadamente, tiene algunas rampas complicaditas; y uno hacía tiempo que no subía tanta cuesta seguida. Tras andar por un pinar en el que tuve que hacer un par de pausas para echar energía al depósito, al final sales a la carretera que llega al Puerto de la Morcuera (1.796 mts)

Intrépidos posan...
Vale, no es el Tourmalet. Yo tampoco llevaba la mejor bici; de hecho pude llegar porque Carlos me cambió el hierro y aceptó él pedalear durante un tramo largo en la bici de juguete que yo llevaba (la del pueblo sigue allí y no era cuestión de hace 280 kms ida y vuelta para ir a buscarla).

Al final, como pasa siempre, todo se da por bueno: lo subido, lo sufrido y lo dolido.


Algo de nieve sí había...
Desde Morcuera nos fuimos por la carretera y luego una pista forestal nevada (y helada a tramos) hasta el Puerto de Canencia (1.524 mts) con unos cuantos resbalones peligrosos por causa del hielo, desde donde ya descendimos hasta volver a Miraflores.

Frío hace en Moscú en enero, pero subiendo con la braga polar tapándome las orejas y la nariz, veía cómo el vaho salía de mi boca a través del tejido. Y bajando hasta la pista agradecí haberme gastado el dinero en buen equipamiento, porque se te enfrían hasta los empastes.

Y en cuanto a la energía, en lo alto del puerto yo di buena cuenta de un bocatín, una barrita y otra fruta. Mi espartano compañero, que es más estoico que Lawrence de Arabia en huelga de hambre, solo bebió un par de tragos y de comida...como no podía ser de otra manera, un plátano.

Disfruten.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Batallas del abuelo: Puta mili.

No me gusta poner palabras malsonantes o muy sonoras porque enseguida me fichan los que espían la red esta en la que ahora nos movemos. Me da igual, porque el espíritu necesita semejante calificativo.
Se cumple ahora un aniversario un tanto peculiar y muy, muy personal.

 El 22 de noviembre de 1983, hace un cerro de años, terminé la mili. Aquel servicio militar obligatorio que te convertía en hombre (decían) y servía para aprender a escaquearse, a no decir una palabra de más y sobre todo a no destacar. Ahora que está tan de moda lo de ser emprendedor, allí aprendías a diluirte en la masa porque si destacabas por arriba o por abajo la ibas a pringar. También desarrollabas un radar que te permitía eludir al mangui (que los había y MUY manguis) o pegarte a gente como tú. Juntarte con tanta gente, tan distinta, tan variopinta tenía esas cosas.
A mí no me enseñaron a disparar, pero sí probé distintos aparatos de esos que pesan como el demonio, disparan balas que matan (que es una cosa muy seria) y te queman como no las cojas por donde debes: la pesada pistola Star de 9mm, la MG42 (diseño alemán de la II Guerra Mundial y que se mantiene como algo casi perfecto), el subfusil "Zeta" (versión ibérica del sumachingun del narco Pazos en la peli "Airbag") y el sempiterno CETME o chopo, fusil de asalto hecho en Getafe,  modernizado por técnicos alemanes refugiados en España a partir del Sturmgewher 44, invento que apenas empezaron a probar en el año 45 cuando se les echaban encima las tropas del Ejército Rojo.

Allí aprendí lo que es la arbitrariedad, a no fiarme de nadie a la primera y a no creerme ni la mitad de la mitad de lo que me contaban. Sentí pena por alguna gente, que lo pasaba fatal porque era la primera vez que salían de su pueblo; pero pueblos perdidos en sierras más allá del horizonte (o sea, muy lejos), como el mecánico Puig Arbeig, de la Gerona profunda, que casi no entendía el castellano cuando llegó o el asturiano Pazos, que salió un domingo "de paseo" por Madrid y dijo que no volvía a salir del cuartel, que le agobiaba tanta gente. Los canarios lo pasaban muy mal también, tan lejos y por el frío.

Yo tuve la suerte de que me tocara el campamento, el CIR, en Colmenar, en la sierra de Madrid. Tuve suerte porque el final del 81 fue un año seco y no hizo demasiado frío. Después tuve aún más suerte y me tocó en un cuartel de Campamento, a diez minutos en autobús de casa. Y seguí estudiando en la escuela de Magisterio como pude, entre guardia y guardia (Avelino, el furriel, nos tenía manía a los de Madrid) con la inestimable ayuda de mi entonces novia Yuli y alguna que otra facilidad de algún profesor. Aún así me quedaron tres asignaturas que me dejé para "4º" (Magisterio tenía 3 años entonces).

Cía C Gral BRIMZ XI reemplazo 80 / 7º
La puta mili no sirvió más que para conocer a algunas gentes realmente majas, como Gonzalo Enguita Parra, al que he "recuperado" en el facebook y otros madrileños entonces estudiantes con prórroga, que la anularon cuando vieron que les tocaba en Madrid. Me acuerdo de Gago, Bonilla y Fletes (DEP); Agustín, que tenía un bar en el Paseo de los Jesuítas), César Pelegrina y otros.





De la gentuza (soldados de reemplazo y militares a partes casi iguales) prefiero no acordarme. Han pasado muchos años; unos estarán tan viejos como yo; otros se habrán jubilado y lo mismo se han retirado del mundo. Hasta los cuarteles, afortunadamente, los están tirando.
Último servicio de soldado.
Siempre se puede pensar que una experiencia en la que conoces gente y aprendes a hacer cosas nuevas puede ser interesante. Yo así lo creo, pero estaba mal diseñada. Estaba hecha en función de consideraciones de otro siglo, con mentalidad chusquera, adoctrinadora que chocaba con la realidad de una sociedad demandante de cambios. De hecho, el 23-F tenía muchos apoyos aún. Si de aquella hubiesen diseñado un servicio militar tipo Suiza, moderno, variado, formador, habrían contado con mi apoyo. Ahora me limito a pensar que a los chavales como mi hijo les vendría bien salir al mundo y ver que no todo es comodidad y facilidades. Nada más.

Estudié y aprobé el curso de cabo y de cabo 1º. Ya ves tú. Para quitarme garitas. No me quejo, tuve suerte: salí entero, vivo (había atentados en los que palmaban conductores y escoltas que eran soldados de reemplazo), sin engancharme al tabaco (el costo llegó después) ni al alcohol. Sé de muchos que lo pasaron muy mal, porque la tomaban contigo cuatro abusones que iban de matones por la vida y los militares pasaban. Únicamente les preocupaba leer el boletín para ver si palmaba no sé quién y ascendían de brigada a subteniente.

Me largué del cuartel muy deprisa, en cuanto tuve la cartilla, "la blanca" la llamábamos, en el bolsillo. Adiós. Fui a sellarla (porque el sistema era tan obtuso que pretendía tenerte fichado hasta los 45 o 50 años) al comienzo del año siguiente (el 84), para conseguir la licencia definitiva. Luego parece ser que había que seguir yendo a sellar cada x años. No lo sé. En el 84 fui al gobierno militar y le dije al "calimero" de la Policía Militar a lo que venía. Me indicó un cola de 30 personas... miré la cola, le miré a él y le dije: "Mira, chaval, la cola la haces tú y el ministro de Defensa" y me largué.
Puta mili.

Disfruten, que ahora no hay tal.


martes, 15 de octubre de 2013

Así revientes.

No. No se asusten, no es una maldición. Es la sensación que sienten miles de personas (físicas según Hacienda, o "humanas" que decían Las Virtudes) cuando les entran ganas de orinar en un espacio público, compartido o abierto: una calle de Madrid, las áreas de descanso de las autovías, una calle de Toledo o el aparcamiento del Hayedo de Tejera Negra.

Urinario público Madrid
Generalmente, no hay servicios públicos suficientes ni decentes para orinar (ya no hablamos de otras "descargas") en sitios que, habitualmente, están atestados de gente. En esas nos hemos visto todos y al final, acabamos pidiendo un café o una tónica en un bar, bebercios que normalmente no nos apetecían en ese momento pero al que nos sentimos obligados por "cotizar" por el arreón que nos ha entrado o porque las válvulas ya no aguantan tanta presión. Un ejemplo vergonzoso: EN EL METRO DE MADRID NO HAY LAVABOS PÚBLICOS. Ni para enfermos, ni para niños, ni para personas mayores, ni para nadie.



Servicios londinenses
Estando en el paro el año pasado me apunté a un curso de guía e intérprete del parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara. En la ceremonia de entrega de los diplomas, nos llevaron a que hiciésemos poco menos que de palmeros para loor y gloria de los organizadores y resultó que dieron con una banda más bien peleona. Fui el primero en pedir la palabra para explicar esto mismo: donde se junta mucha gente (digamos, 500 personas), estadísticamente y por fuerza, hay un tercio que se están haciendo pis o cosas más gordas (nunca mejor dicho). Súmese los que tengan una colitis, una enfermedad de Crohn o tengan que beber mucha agua para que no se les formen piedras en el riñón. Allá donde pueden llegar los "x" vehículos autorizados para llegar desde la barrera de control, desembarcan una media de 4 personas por vehículo (está muy controlado especialmente en otoño), que multiplicado por el número de vehículos, hacen un número nada despreciable de gente que (estadísticamente) se está meando y /o c..ando.
No hay servicios. ¿Qué hacen? pues mear detrás de la zarza que hay a la orilla del río, originando los consiguientes problemas: papelitos que vuelan, que se te pegan, papelitos que se enganchan en las zarzas, desagradables encuentros de las suelas de los zapatos con material descargado... todo muy bonito.
El director del parque ni lo entendió ni se dio por aludido. Dijo que había servicios en la caseta de información. Cierto: 2 servicios, a 8 kms de allí.
...que luego todo va al grifo!!
Uno ha sido y es todavía montañero y ha montado números agarrado a una piqueta en posiciones poco decorosas en sitios pelín complicados, y además se alivia detrás de cualquier árbol. Pero donde llega un vehículo de turismo llegan personas mayores, niños pequeños, Marujas y Marianos (Forges dixit) que no tienen práctica pero que sí pueden tener necesidad. Y al final, todo acaba en el río.



Tengan un poquito de consideración: pongan cuatro lavabos químicos. Las empresas se los suben (8 kms de pista forestal) gratis a cambio de que conste una pegatina de publicidad. Pero la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, si no pasa por un beneficio directo del marido de cierta política conocida por su facilidad de palabra, no mueve una ficha.

Retrete con vistas. Yellowstone.
¡Qué diferencia con otros países! Yo, por suerte, he viajado un poquito y particularmente en países anglosajones la "comodidad" del paseante, viajero, usuario o ciudadano se cuida más que aquí. En Nueva Zelanda o en los parques nacionales de EEUU, allá donde hay un mirador o un sitio en el que pueda parar un vehículo habrá un servicio público. Y encima, adaptado para sillas de ruedas. Aquí, es impensable. Y que conste, que guarros hay en todas partes.

Disfruten.

Echen un ojo (si pueden y quieren):
 http://monologuesofdissent.blogspot.com.es/2011/06/how-to-enjoy-your-summer-vacation-part.html

y cuando finalmente lo consigues, puede pasarte esto:
http://www.youtube.com/watch?v=-Ggsh4Yrjm0

y claro, como uno es un poco gamberro, no he podido resistirme a la escena de la película Trainspotting:
http://www.youtube.com/watch?v=WFjIsSFCWH0

domingo, 8 de septiembre de 2013

y 3: se acaban las vacaciones. Holidays are over

Pues sí; al final todo llega. Incluso el final de las vacaciones. Y como todos los septiembres, la sensación de que empieza OTRA vez el ciclo de esta perra vida. A veces buena, a veces no tanto. Hay que seguir, sobre todo porque los que vienen detrás vienen muy deprisa. Toca vuelta al cole (literal) y he de confesar que me alegro, aunque cambia el planteamiento de vida de la familia de una forma radical. ¡Al ataque!

Disfruten.

Finally, holidays are over. As it happens in September, a feeling of starting a new cycle arises around me. Some times better, some times not so good. But we can't stop, since those coming after us do grow very quickly. Back to school... Am really glad even if this will change my family life dramatically. Let's go for it!

Enjoy!
Un hotel fantástico. An outstanding hotel.
 Lo que yo decía: fantástico. I already stated that: fantastic!
¿Está Santa Teresa pidiendo paciencia con Jorge? Is the Saint bearing patience due to Jorge?
Gredos. Subida desde la Plataforma al circo. Gredos National Park main access to the cirque.
Cabras por todas partes. Wild goats are seen everywhere.
La Covatilla. Se ve el mundo desde aquí. A beautiful sight from La Covatilla ski resort.
 Calleja en Béjar. Bejar streets.
 Calles estrechas en Béjar. Such a narrow street in Bejar.
 Chapuzón en el río Hurdano, en Las Hurdes, claro. Refreshing in the Hurdano river, in Las Hurdes region.
 Vista desde La Peña de Francia. A sight form Pena de Francia pass. Where the world ended.
 La Alberca. Un pueblo precioso. A very beautiful village La Alberca.
 ¿Tú qué miras? What are you looking at?
 El río Tormes en El Barco de Ávila. Tormes river under the Middle Age bridge.
 Un mirador sin vistas. Alguien puso la piedra a propósito. No sight from a viewpoint...?
Valle del Jerte.
Dosososamorosos. Two teddy-bears.
Calzada romana. Ancient Roman road.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Vacacionesh verashniegash 2ª parte... that is My Shummer Holisdaysh 2nd part

Como lo prometido es deuda y uno se considera hombre de palabra les cuento que tras las primeras semanas en el pueblo nos trasladamos a la playa, a Denia. Me decía el panadero que yo había llevado el agua pues empezó a llover cuando llegamos y dejó de llover al irnos. La vuelta también tuvo su "gracia": reposté en una gasolinera Campsa Express de Oliva y me sirvieron gasoil adulterado. NUNCA PAREN AHÍ. Consecuencia: a los 7 kilómetros el coche se paró y tuve que gozar de los servicios de asistencia en carretera. Molestias que ya veremos si me pagan o acabaremos en el juzgado.

Echen un ojo a las fotos y ríanse, que yo lo he hecho.

As promised and considering myself a man of one's word, here is the second part of my summer holidays. We moved from the village to the beach in Denia, Eastern Mediterranean coast. My baker stated I had brought the rain, since it started raining when we arrived and stopped when we left. The back trip to Madrid became a funny experience, since I refueled in a Campsa Express gas station in Oliva and they served defective gas. NEVER STOP THERE! The result: the car just moved 7 kms and stopped, so we 'enjoyed' the road assistance service of my insurance company. Am afraid I will have to get back money for such a nuissance through lawsuit at Court.

Have a look at the pixes and enjoy; I did.

Kite surfing before the storm
Los "cometeros" intentan aprovechar las ráfagas huracanadas antes de la tormenta.  Kite surfers enjoy wind gusts before the storm
La gota fría tiene su atractivo fotográfico. Cold front has its own photographic interest.
Alta cocina con los restos de paella.
Haute cuisine with remains of a paella. Had no time to take a pic of the real one!

Agua por todas partes. Rain falls from everywhere.
Turno de Jorge. Jorge's turn for kayak


Fernando acaba turno. Fernando ends his turn.
 Esperando a la grúa. Waiting to be towed.


En marcha la 3º y definitiva parte... también tiene su cosa...

lunes, 2 de septiembre de 2013

Vacacionesh verashniegash (1ª parte)

Ahora que los días son más cortos, como obviamente todo el mundo sabe, pero que no es repetido hasta la saciedad por los supuestos medios de comunicación, suele pasar que vuelve a ponerse en marcha casi todo lo que estuvo parado en agosto. De momento (para desgracia mía) no es mi caso, puesto que sigo en el paro y nadie se anima a contratarme para ná. No desesperemos; hay más días que botellines.
Las vacaciones han estado divididas (están, que aún gozamos de la última semana) en tres tramos claramente diferenciados: el pueblo, la playa y Ávila.

En este primer capítulo, el pueblo, ya se sabe: muy verde toda la Sierra Norte de Guadalajara; un verano suave, con calor a mediodía y fresquito de noche para dormir bien, incluso tapado. Excursiones en bici o a patita, chapuzón, siesta y bricolaje, además de fiestas locales, visitas a zonas con wifi...da mucho de sí.
Aquí les dejo una muestra:

Pathfinder maletero de chicle

Ocejón...¿volcán?

¿Dónde está el norte?¿eh?¿eh?

La tecnología NO los vuelve tontos. Son así.

Hasta ahí, y desde allá me subí en la bici.

Calleja. La presentaré al concurso.

Primeros tomates en el huerto

Jorge como un pollo...

Despeñalagua en agosto...¡qué maravilla!
Perola de albóndigas. No sobró ná.

Siesta en Valverde de los Arroyos
¿Qué mirarán tan atentos...?

Minijardían Click en tiesto roto
Fotógrafa fotografiada.

Poetas en acto cultural en Campillo de Ranas
Construcción del minijardín.
Bocatas para el cine de verano.

Se equivocaron las avispas al anidar en mi caseta del huerto...