lunes, 9 de marzo de 2015

Briconatur

El nombre suena a programa de "manitas", pero ni lo he patentado ni voy a pagar en caso de que esté ya registrado. Se trata de convertir las botas viejas en nidos para aves insectívoras.

Tengo en el trastero guardadas unas cuantas botas viejas, la mayoría de mi hijo el mayor, que las gasta como el papel del retrete (ya se sabe...) y tras ver en el muro de su patrona canadiense (thanks a lot, Tina) una propuesta para reciclar y de paso, ayudar a la fauna que lo pasa muy mal en invierno y necesita un sitio donde procrear en primavera. Además, está comprobado: si hay pájaros no hay mosquitos.


Aquí les dejo unas fotos del proceso, ahora toca esperar a ver si a los pajarillos les gusta el apartamento, la orientación, la calidad de materiales, etc. Lo malo será si me montan las avispas unos adosados. Pero a estas, me temo que nos les duraría más de una noche el alojamiento.

La faena es la siguiente:

- se hacen dos taladros en la planta de la bota, que atraviese también la suela.
- se meten unas bridas de plástico (no son eternas, pero resisten unas temporadas) de tal forma que puedan engancharse alrededor del sitio que decidamos. Primero de fuera a adentro y luego se saca la misma brida por el otro agujero.
- se fija en el lugar elegido (en mi caso, la estructura de la parra),
- se ata bien la bota para dejar la entrada mínima,
- se meten unas hojas secas o hierba seca y ¡ya está!



También puede atornillarse a la pared. El procedimiento es incluso más fácil: un agujero en la suela, otro en la pared, taco adecuado y tornillo. Y ese no se mueve.

Ya veremos cómo resulta el invento.

Disfruten, que el buen tiempo va a llegar, aunque "cuando marzo mayea, mayo marcea..."