martes, 31 de mayo de 2011

Caminantes y caminos.

No fue Serrat, sino Machado quien dijo aquello de

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

 Debe ser que Machado conocía los valles de la zona de la arquitectura negra y sabía que caminos, lo que se dice caminos aptos para algo más que una mula, no hubo hasta hace relativamente poco. Los valles tienen una sola entrada, el duro clima condiciona el acceso y el relieve hace lo demás. Los llamados caminos de herradura eran la única forma de comunicación de los pueblos entre ellos y con el punto más civilizado: Tamajón. Incluso hoy en día, esta es la localidad más próxima a la "civilización". Tiene panadería, médico, farmacia... casi nada en estos tiempos. 
El acceso principal, la carretera que construyó el Canal de Isabel II, está siendo remodelada actualmente. Ello supone unas obras de ampliación que se llevan por delante piedras y árboles, lo cual es una curiosa forma de celebrar que la zona haya sido declarada parque natural. A unos dos kilómetros, en la zona conocida como "Ciudad Encantada", hace tres meses que se han cargado árboles que tendrían más de 40 años, que habían crecido pegados al camino luego reconvertido en carretera. Esto se supone que es por el bien de todos (de todos los que vamos o venimos por esa carretera) pero no deja de extrañarme que coincidan en el tiempo la declaración y la obra. ¡En fin!
Alfonso XIII pasó por Las Hurdes y merced a esta visita se dio a conocer esa comarca extremeña. Como dice Emilia, por Robleluengo no pasó porque no lo habría encontrado, y desde luego la situación no diferiría mucho del enclave extremeño. Un terreno áspero y pobre; un entorno aislado y un clima durísimo que hacían que la vida fuera un auténtico valle de lágrimas, hasta que el desarrollo del ferrocarril de Madrid a Zaragoza y la construcción de la estación de Humanes facilitaron una apertura que hasta entonces había sido mínima.

En los años 30 comenzó la construcción de la presa de El Vado y eso supuso que muchos habitantes de la zona fueran a trabajar allí, que los jornales ayudaban a aliviar las penurias que se sufrían. Va camino de cien años de aquello, pero un jornal de 5 pesetas diarias era un señor jornal, sobre todo porque en Robleluengo (que es el caso que yo conozco), se vivía de lo poco que daban los huertos,  de la cosecha de cereal y de lo que aportara el ganado. La obra no supuso la mejora de los accesos hacia los valles y la cosa siguió más o menos igual: caminos entre núcleos bordeados por vallas de pizarra. Algunos de ellos han estado cegados por la maleza y algunos se están recuperando por el tesón de los vecinos que han limpiado y recuperado los senderos.
Y ahora, paseamos tranquilamente y comentamos lo bonito que está... pero por esos caminos los chicos del lugar iban al colegio que estaba en Campillo de Ranas, a pasar frío en invierno porque solo había un brasero y se lo arrimaba el maestro, claro. Luego en primavera ese camino ya no lo recorrían porque los niños tenían que trabajar, cuidando ganado principalmente. Esos caminos se recorrían a pie para ir hasta el hayedo de Tejera Negra en verano, llevando ganado, a una zona conocida como “Los cuarteles” y que eran entonces propiedad de los ganaderos de Robleluengo. Por esos caminos las chicas del lugar llevaban de las riendas a las mulas para llevar el trigo a moler a los molinos del Pozo del Aljibe, o de Bocígano, o de Umbralejo e incluso al de Peñalba, que era más lento por el poco caudal del agua. Con la mula cargada había que ir y venir en el día que (ya se sabe) de noche, todos los gatos son pardos, como les pasó a Emilia y a Maximina en cierta ocasión allá por el 42 en que se les echó la noche encima y el camino de vuelta se convirtió en una aventura que ya quisiera Indiana Jones. Otra ruta, que hoy pone los pelos de punta aunque sea en bicicleta, era la de ir hasta Cantalojas y volver en el día. Claro, que el comienzo ya era heroico: al amanecer en el Collado de la Vieja. Por esos caminos había que ir andando o en mula a coger el autobús en Tamajón o a buscar al médico: ver si estaba, lo primero; ver si podía atender al enfermo del cual le llevaban recado después y por último, y más importante si el médico llegaba a tiempo de poder hacer algo útil.
Esos caminos eran recorridos antaño también por las pobres viudas del lugar, que sin marido que las mantuviera (eran otros tiempos, claro), se desplazaban en burro hasta Sacedón Viejo (cerca de Tamajón) para recoger tierra de blanquear, y luego otra vez de vuelta, la llevaban hasta Peñalba a cambiar: una arroba de tierra por una arroba de patatas (11’5 kgs pesa más o menos una arroba).

Esos caminos difíciles, a veces impracticables, eran la única conexión que había con el exterior, y que durante muchísimo tiempo se limitaba a Tamajón. Por estos pueblos no subía nadie a vender, por lo que había que contar con los medios propios; como cuando se mataba a un cochino de 8 arrobas y con lo que se sacaba se debía comer todo el año. Algunos intrépidos se bajaban hasta Tamajón y luego subían con una carga de garbanzos o vino para vender en el pueblo. Incluso algunas expediciones se bajaban hasta Fuencarral (entonces municipio independiente de Madrid); allí vendían los huevos y se volvían con tesoros como aceite o jabón.
 
Esos caminos no se pueden perder, hay que mantenerlos vivos y no hay mejor manera de hacerlo que recorriéndolos... pero no en quad ni en coche ni en moto; lo mejor, andando y sin hacer ruido.
Solo espero que la mejora del trazado y del firme de la carretera no suponga que los habituales y los ocasionales circulemos más deprisa. Disfruten.



Mi agradecimiento a Juana Hombrados y a Emilia Peinado, por el tiempo que se tomaron en explicar a un urbanita como era la vida en Robleluengo.


http://www.pueblosarquitecturanegra.es/

domingo, 29 de mayo de 2011

Se acabó la campaña, ¡pringaos!


Deporte municipal

Hay un chiste fabuloso en el que un tipo muere y como ha tenido una vida así, así, pues le da San Pedro a escoger si quiere ir al cielo o al infierno; el tipo decide probar primero el infierno y se encuentra que el infierno es un campo de golf precioso, lleno de chicas guapas y un tipo encantador (el diablo) que invita a whisky continuamente. El tipo después prueba en el cielo y se encuentra un banco de mármol, frío por supuesto, rodeado de una bruma blanca y en silencio. A los diez minutos el tipo lo tiene claro y decide pedir el infierno. Entra por la puerta y dos horribles enanos le crucifican contra un tronco seco, en un desierto espectral y con un demonio de aspecto asqueroso que le va a clavar un pincho en un ojo. El tipo grita:" Pero esto no era así ayer...!", y el demonio le contesta: "Ayer estábamos en campaña..."

El domingo pasado hubo elecciones; hizo buen tiempo y la zona del río Manzanares, (esa que ha costado tan poco dinero que van a estar los madrileños pagando a las constructoras con las que el ayuntamiento se entrampó unos...mil años) estaba llena de gente, disfrutando de los nuevos espacios, y los niños jugando en unos campos de fútbol chulísimos, de hierba artificial y en unas canchas de baloncesto y fútbol-sala, con sus rejas para que los pelotazos no molestaran a nadie. Los padres podían ver a los chavales jugando y pasándolo en grande, pero el domingo pasado era el de las elecciones.

Haced deporte, dicen...
Hoy, las canchas estaban cerradas con candado; en el campo de fúbol hay un cartel informando de los precios, bien para fútbol-7 o para fútbol-11.  En un domingo como hoy,  muy agradable, este es el panorama que se han encontrado los niños que querían jugar: candados con cadenas. Esos que tienen que combatir la obesidad infantil jugando; esos que tienen que desarrollar los valores sociales asociados al deporte, a la sana competición, eso que llena la bocaza de los politicastros que salen reelegidos porque la gente no tiene el valor de echarles. Menos mal que algunos chavales no se han cortado /una cizalla habría querido tener yo) y se han colado por todo el morro por debajo de la puerta.

Desde hace unos años, en los descampados de la Casa de Campo que utilizábamos cuando éramos chavales para jugar al fútbol, el ayuntamiento se dedica a vallarlos y replantar con montones de encinas y arbustos varios. La etiqueta ecológica que se quieren colgar se da de morros con la realidad: no hay un sitio en el que pegar cuatro pelotazos, donde hacer volar una cometa, donde tirar un bumerán, o jugar al tenis en plan casero. 5 campos quedan en toda la Casa de ídem para jugar al fútbol. Así que a pagar porque solo se puede jugar en los polideportivos municipales. Si juegas en otro sitio, la policía recaudatoria te multará, que es lo que acabará pasando en el llamado Madrid-Río (no de Janeiro sino de vosotros, pringaos, que me habéis votado).


Se acabó la campaña electoral. ¡Gracias!

viernes, 20 de mayo de 2011

La horaaaaaaaaaaaa...!

La horaaaaaaaaa...! gritan los aficionados cuando ganan por poco, el contrario aprieta y el reloj no corre.
La horaaaaaaaaa...! están gritando los PPartidos, cagaditos de miedo e incertidumbre porque no saben lo que puede salir de la Puerta del Sol de Madrid, y la horaaaaa digo yo, que no quiero que me pille y me prohíba la Junta Electoral escribir mañana para pedir que se vaya a votar a un partido que pueda morder. Aunque no podamos echar de una patada a los corruptos e inútiles, si que al menos podamos morderles bien fuerte de un sitio complicado.
Por eso, haciendo campaña para quien no me paga, pero teniendo muy claro lo que busco, pido que se vote o a Izquierda Unida o a UPyD. De los antiguos peceros poco queda ya, si descontamos la moral del Alcoyano y de los de Rosa Díez, tienen un entusiasmo y unas ganas que me dan envidia. Pese a que mi amigo Martín protestaba porque solo han mandado propaganda a su chica (a mí me ha pasado lo mismo), tienen todas mis simpatías. Me parecen bien sus condiciones de cambiar la ley electoral, unificar la educación y la sanidad y sujetar los gastos de los reyezuelos autonómicos.
Solo aspiro a que no saque nadie la mayoría absoluta y que haga falta contar con el NUESTRO (sea el que sea). A ver si hay suerte.
Y de la gente que hay en la Puerta del Sol (que, segun algunos, está llena de perroflautas posmodernos, pasados y demás) me quedo con lo que veo y con lo que oigo. Con las fotos de Íñigo Amescua y con un espíritu que me da envidia. Me pilla mayor (joder, estoy mayor si soy capaz de pensar esto), y estaría pensando en que tienen que cenar los monstruos. De todas formas, al mayor le he mandado yo hoy para allá. Había quedado con un colega de inquietudes y les he dicho que se fueran allí, que vieran, oyeran y que esperen, que tienen 15 años y no pueden votar, pero se puede formar parte de la historia. A ver qué cuenta cuando venga. Porque espero que venga y no se quede allí. Los adolescentes ya se sabe...

Hoy me han enviado un correo muy bueno proponiendo un voto nulo unificado. La gracia está en que es un muñeco sentado en el retrete. Pero resumiendo;
- el voto nulo no vale para nada. Solo cuentan los no nulos.
- el voto en blanco se contabiliza para los que sí han obtenido el mínimo requerido (puede variar entre el 3 y el 6%), una vez hecho el recuento. Se consideran votos válidos para asignar y repartir escaños a los que han "ganado". Es un voto de protesta políticamente correcta pero le quita opciones al que no llegue por poco.
- abstenerse no vale. A menos que superásemos el 60% (y aún así ya se vería) los votos emitidos son los válidos. Ejemplo: en Cataluña no votó el estatuto actual ni el 40 % del electorado y en las elecciones, lo mismo.
¡Hale! ya saben qué tienen ustedes que hacer, y si lo necesitan, piensen, a ver si hay suerte y no les sale gratis a los de siempre.

martes, 17 de mayo de 2011

Carta abierta a Pepe Blanco y a otros.

Cuando yo era pequeño, mi vecina (la señora Encarna) tenía gato. Siempre tenía un gato porque vivía junto a una fábrica de cartón y "el cartón cría ratones", decía. Pues bien, yo me pasaba buenos ratos asomado a la ventana echando carreras contra el gato a ver quien de los dos aguantaba más tiempo la mirada del otro sin pestañear... y casi siempre ganaba yo. Yo, aunque soy miope (como Pepe Blanco), miro a la gente con la que hablo a la cara, sin mirarle directamente a los ojos a menos que busque algo con ese efecto. Solamente una vez me encontré con Blanco y (entonces llevaba gafas de miope) me cayó muy mal porque mientras escuchaba las preguntas miraba sin cesar, de modo desconfiado, prescindiendo de su interlocutor, escudriñando a un lado y otro para ver qué hacían los demás... y lo que menos le preocupaba era el que tenía delante preguntando. Luego ha resultado que (según wilileaks) la embajada de los EE.UU. y yo pensábamos lo mismo. ¡Qué cosas!
Pues a este tipo, que es ministro y que lleva dedicado a su campaña electoral los últimos meses (no sé si ha prescindido de su sueldo, pero creo que no, claro) se le ha ocurrido decir que los del movimiento Indignaos! tienen que votar para echar a los que han compartido mantel con los responsables de la crisis.
Vamos a ver, señor: que también va por usted.  Usted está en ese saco, y no les vamos a votar a ninguno de los dos: al peor gobierno y a la peor oposición. PPSOE, se les dice; No les votes, digo yo. A ninguno de los dos. Y si no, miren Vds. a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que va con su ... dejémoslo en perro a decir que "los antisistemas deberían presentarse a las elecciones". Pero, ¿en qué mundo vive esta gentuza?. Por otro lado, tengo la teoría de que Zapatero es un infiltrado de la ultraderecha para hundir definitivamente al partido socialista que ayudó a fundar mi abuelo Valentín. De aquello a esta panda de inútiles y corruptos, de estos tipos que han bajado los salarios (ni Frasquito hizo semejante cosa) y no hacen más que generar parados, va un abismo. Por supuesto, enfrente tenemos a los que no proponen nada, una oposición chillona y vociferante pero inútil e inoperativa, que se limita a esperar (qué bien lo retrata Peridis en El País) y que no servirá para nada que no sea que los de siempre se forren.
No les votes, vota a un tercero que pueda ponerles en apuros, que les obligue a recapacitar y a administrar los dineros de todos. Que les obligue a acabar con esta partitocracia del "quítate tú, que ahora quiero mangar yo". Hace mucho tiempo que yo lo tengo claro: UPyD. Administradores, eso es lo que necesitamos. Y vota para echarles, porque sin votos a un tercero aquí no cambiará nada; a espabilarlos de una puñetera vez.

Vds. lo voten bien (y bótenles)... desde la Puerta del Sol.
#spanishrevolution
#nonosvamos


domingo, 8 de mayo de 2011

Crónica de una final épica.

 
Operarios comprobando material.

Materiales de última generación.

Se ha disputado esta misma tarde la final del Mundial de fútbol A-1, es decir, de fútbol "a uno", o sea, de uno contra uno, por si no me había explicado bien... en el estadio de Camp Terraza. Los operarios han dado los últimos retoques a las instalaciones para garantizar el buen desarrollo del partido, y asegurando la homologación del material deportivo con un minucioso repaso a las instalaciones. Pese a algunas discrepancias sobre el estado del terreno de juego antes de empezar el mismo, este se ha iniciado sin contratiempos para ofrecernos un espectáculo grandioso, digno del Olimpo de los dioses del deporte.

Polémica por el estado del césped.

El FC Jorgelona se ha decidido por una clásica alineación de 0-0-1-0 también conocida como "hombreparatodo" y el Agujetas Balompié (o sea, yo) ha optado por la táctica de Onlyuán, que intentaba neutralizar el juego del contrario para salir al contraataque.

¡Qué bonitas están las petunias!

El árbitro lo tuvo fácil...
Rodeados de un ambiente genial y florido (estamos en primavera), el partido se ha desarrollado dentro de los cauces de la deportividad más escrupulosa y del juego limpio pregonado por la FIFAU (esto es: Federación Internacional de Fútbol A Uno) hasta casi el final del partido, en el que tras el apretado resultado de 32-31, se ha disputado un prolongación a instancias del árbitro (que poco o nada de trabajo ha tenido) en la que ha ganado el Agujetas con el consiguiente asalto besucón sobre el derrotado que-naturalmente-ha acabado cabreándose con el público asistente, el equipo contrario y hasta con el árbitro. Debe ser la primavera, que la sangre altera...y ¡que bien nos lo hemos pasado!


Un conocido jugador intenta evitar ser reconocido.
 

El capitán del FC Jorgelona salta al campo.








Olvídense de los políticos corruptos o inútiles y disfruten.