domingo, 1 de julio de 2012

Corazón "partío"

Este domingo he visto lo que es tener el corazón "partío" y eso que todos, más o menos, lo hemos sufrido alguna vez; ya saben ustedes... cuando a quien quieres no te quiere o te dejan. Pero no era eso.
Aprovechar el tiempo es una casi obligación cuando cumples 50 años, así que hemos decidido ir a comer con nuestro compadre Marco Milisich a un restaurante italiano que conocemos de hace unos cuantos años. De hecho, los bautizos de los chavales los hemos celebrado allí (y el mayor tiene 16 tacos) y ya llevábamos unas cuantas pizzas consumidas en el local, y claro, me conocen como "Fernando el de los bautizos". Es como comer en casa, solo digo eso.

El restaurante se llama "Il Rusticone", (http://es-es.facebook.com/pages/Il-Rusticone/164667760246200?sk=info para quien quiera ver información). Lo llevan un matrimonio formado por Gigi, italiano de manual y Carmen que, como su nombre indica, es española.
No querían ninguno de los dos que la final fuera esta. Preferían que uno de los dos (España o Italia) jugara contra otro, por ejemplo, algún bárbaro, para así canalizar la adrenalina, decía Gigi. Así que no iban a abrir, porque así evitarían problemas con algún patoso que pudiera pinchar donde no debía.
Es lo que tiene compartir vida con personas de otros sitio: acaba habiendo piques que, si son sanos, refuerzan, pero es que se sufre porque no quieres ver sufrir a la otra persona.
A Marco también le pasa: italiano de origen, emigró a Venezuela hace años ya y allí formó familia con una española. Y también es español, y hoy prefería ver el partido él solo.

Es lógico: disfrutas con los tuyos pero sufres por los demás.

Es lo bueno o lo malo que tiene ser ciudadano del mundo, cosa que intento ser por convicción desde hace muchos años; mola verles ganar aunque me duela en particular por gente a la que conoces... menos croatas, conozco a alguien a quien aprecio de las selecciones "víctimas" de La Roja.
Es terrible eso pero me gusta ver jugar a este equipo increíble,  como si no fuera con ellos, pasándose la pelota con una facilidad pasmosa, y tal y como está el patio (no, no voy a hablar de política. Lo prometí), nos dan unas buenas alegrías en momentos difíciles.

Ya cuatro serían muchas...¿no? Lo digo porque tipos como Casillas y Xavi se conocen desde el Mundial Sub20 de Nigeria de 1998 y el equipo éste es fuerte como el bloque de motor de un Audi.

Disfruten.

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