
Ustedes perdonen pero vivo en la Comunidad de Madrid y me toca hablar de esto. Desde que, hace unos cuantos años, Esperanza Aguirre y el PP subieran al poder gracias a lo que se conoció como "tamayazo", la peste a podrido que desprende la política regional no se ha rebajado ni un poquito. No sé si lo recuerdan, pero para los que no lo sepan, la mayoría del parlamento (por un voto) de socialistas e "izquierdososunidos" daba el poder a Simancas, del psoe. Y el día de la votación/investidura NO aparecieron dos 'diputados' del PSOE: el tal Tamayo (que dió el nombre a la movida) y una chupatintas que siempre estaba de baja y trabajaba en el hospital Doce de Octubre. Las mafias de la construcción no podían permitirse un parón o revisión o sencillamente que los "compromisos" alcanzados (o pagados) no se llevaran a cabo.
La única duda era cuánto dinero les habían dado para que ese día no aparecieran. Luego vino la supuesta investigación, las prisas del psoe para intentar paliar el estacazo, la poca prisa del pp para así prolongar la campaña... y nos instalamos en una permanente campaña electoral en la que se alternan las generales, las autonómicas, las europeas, las municipales... y aunque (con buena lógica) se intentan agrupar, la sensación de permanente campaña me agobia y me molesta. La actual situación a nivel nacional ha sido interpretada por el pp como de campaña (y queda un año, porque no las van a adelantar) de cara a las legislativas de la primavera del año próximo. ¡Qué pesados! y se nos echan encima las municipales y autonómicas. Pero también hay autonómicas a destiempo y con su ritmo e historias propias; ya saben: cosas de las tribus de Iberia, que quieren "desparecerse" de sus vecinos (perdón por el palabro).

La oposición tiene ganas, pero les ruego que tomen nota : el barrio no se llama ARROYO MEAQUES. Y de ahí para abajo.
Así que, en política local, toca cambio. El voto para un tercero.
En regional, dos cosas: el psoe admitía en sus listas a cualquiera, que se metía a pillar. Ejemplos, el tamayazo anteriormente comentado y el reciente espectáculo de la imposición de "ministrini" de número uno y las otras familias diciendo que nanay. La actual número dos de la lista es además senadora. ¿No gana suficiente pero es amiguita? ¿Hay que apandar de todas partes?.
Del PP sólo se me ocurren cosas buenas: un consejero de transportes que niega la existencia del metrobús (y la presidenta que le aplaudía), la subida del transporte público un 22 por ciento hace dos años, la construcción de líneas de tranvía que no solucionan casi nada y son un negocio para los amiguetes que las construyeron, las campañas de publicidad vergonzosas con faltas de sintaxis y de conocimientos, publicidad institucional para las empresas de amiguetes del partido, el empeñarse en echar la culpa siempre a alguien, el matonismo de los consejeros y sus amenazas en televisión cuando se atisba una huelga, Telemadrid (sin comentarios) y sobre todo, la joya de la corona: la atención a los mayores. Esta gentuza gasta el dinero de ayuda a los mayores en una superestructura que se dedica a negar la ayuda precisamente. Su política es dejar pasar años a ver si se mueren, en dilatar plazos, en puta burocracia, en sedes fastuosas en las que no te atienden... en rabia cuando ves que tu madre se muere con una ayuda concedida 9 meses antes pero que (¡Oh misterio!) no te pueden decir en qué consiste... Así que me esperen estos también, pero sentados.
En autonómicas, urge la entrada de aire nuevo para botar (con b) a esta panda de mafiosos. Dicen que la impermeabilidad de la mafia se basa en que la cadena de favores que todo el mundo debe a los mafiosos es enorme, y que se convierte en una tela de araña en la que todo está conectado. Eso ha debido pasar en Andalucía y no quiero que pase en mi tierra.
Y para terminar con una sonrisa, un chiste:
- ¿en qué se parecen una boda y un divorcio?
en que en la boda todo es arroz y en el divorcio todo es "paella".
Disfruten y piensen. Es gratis, aún...
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