jueves, 20 de enero de 2011

judías con chorizo


No crea nadie que llamo nada a alguno, pero les debía una receta desde el año pasado y ya he encontrado la foto. Además, así se nos quita el mal sabor de boca (¿lo cogen?) de la entrada de ayer de los politicastros que despilfarran nuestro dinero en sus caprichos, y no sigo que me enveneno.

Iba a titularlo algo así como" cocina de supervivencia con un toque de encanto..." o cursilada por el estilo, pero las cosas claras: judías pintas con chorizo.

Siguiendo las trazas anteriores, se necesitan materiales sencillos: judías pintas (rojas de Tolosa carísimas y buenísimas o de paquete de Mercadona), media cebolla, un diente de ajo, una hoja de laurel, una punta de cuchillo de pimentón (ya se sabe, cantidades exactas y precisas,jejeje), chorizo o morcilla y un puñadito de arroz.

Para prepararlo necesitamos un mínimo de anticipación: hay que echar en agua las judías la noche anterior.

Cantidad: media taza de desayuno por persona si es plato único. Lo de persona es aplicable a mis hijos, que comen como Goliath tras un mes de calabozo.

A la mañana siguiente, se tira el agua y se mete todo en crudo: las judías, el laurel, la cebolla, el ajo, el pimentón y una pizca de sal por persona (ya saben, la tensión) en la olla a presión.

Se cubre con agua hasta superar ligeramente el total. Y ¡Hala!, cinco minutos escasos de cocción a la máxima potencia.

Luego, yo lo que hago es poner bajo el grifo la olla, hasta que pierde todo el vapor. La destapo, retiro el ajo y la cebolla (no el laurel) y pongo el guiso a cocer muy despacito (para que no se pegue ni se quemen las judías que tocan con el fondo de la olla).

Cuando ha empezado a cocer, añado el trozo de morcilla o chorizo y el puñadito de arroz.

¡Ojo! No hay que pasarse con el arroz porque se chupa todo el agua y pueden quedar demasiado espesas.

Ventaja del guiso: se puede dejar reposar, que ganará sabor. En caso de que se espesen demasiado (ya saben, pegamento para carteles) se añade un pelín de agua y a remover hasta que estén a punto.
Si se pegaran un poquito, añádase un chorreoncito de vinagre. Mata el sabor a requemao.

Si, por el contrario, quedan demasiado líquidas, se les asusta. Sí, asusta: pones el fuego a máxima potencia mientras das vueltas con una cuchara de madera para que no se quemen. Pierde agua y se sirven calientes.

¡Que aproveche! Bon profit, bon appetit, guten appetit y talytal

No hay comentarios:

Publicar un comentario