martes, 28 de julio de 2009

Miseria

Dice mi picoleto favorito (el sargento Vila, de Lorenzo Silva) en el libro’Nadie vale más que otro’: “La vida es mugre, cosas a medias y gente que no saber estar a la altura”.*

Pues eso, señor Armstrong, no saber estar a la altura de las circunstancias dice mucho de uno por muchos galones que lleve y mucho “Twitter” en el que escriba; decir en una entrevista que Contador “es muy,muy, muy bueno” y a los dos días dejar de felicitarle porque ha ganado la etapa y le había metido un par de minutos no dice nada bueno de usted.
Claro que el director de su equipo de usted (Johan Bruyneel) tampoco se ha quedado atrás. El holandés (errante, como casi todos ellos), primero trajo al zorro-gallo con espolones vestido de gallina vieja y le metió en el gallinero del Astaná. Seguramente su intención era convertir a Contador en otro Heras.
¿Motivo?: fácil. Dice una vieja máxima que a los enemigos hay que controlarles de cerca y a los amigos aún más. Sujetándole como le sujetó Armstrong se aseguró de que Heras corría para él y así se quitó de encima a alguien que le podía hacer sombra y arrebatarle tal vez uno o dos Tours. Pero es que Contador ya había ganado uno y no se ha dejado arredrar ni pisar por muchos galones que el estadounidense llevara en la hombrera y ojo, que soy el primero en reconocer que lo de Armstrong y los siete tours yo mismo no soy capaz de hacerlo… jejeje
Tal vez buscaba Bruyneel convocar una oposición entre los dos a ver quién destacaba, pero se le veía el plumero y ya sabíamos quién era su favorito; las intenciones de Armstrong quedaron claritas desde la etapa del corte de La Camarga en la que se puso a tirar sin esperar a su compañero y líder de equipo, y es más, poniendo a tirar a todo aquel de su equipo que podía para descartar al irreductible de Pinto.
Entonces, una vez convocada la oposición, ¿a santo de qué se extrañó el dúo dinámico del estacazo que les metió Contador en la etapa número 17, subiendo el Col de Romme y La Colombière (que yo también sé acentuar en francés)? Estaba clarísimo: lo que quería Contador era separar a Armstrong y de paso, sus compañeros de fuga, los Schleck, se subían al podio. El papelón de la etapa lo tuvo el alemán Andreas Kloeden al que han puesto a caer de una burra-bici por no seguir el ritmo de Contador, o según las malas lenguas, que estaba esperando a Armstrong para tirar de él y que no se le alejara más aún el de Pinto. Sinceramente, yo creo que estaba pensando en su futuro y en no decantarse demasiado por uno o por otro, que todavía le quedan unos años, tendrá su hipoteca, su familia y debió de pensar: “me quedo en medio, no me arrean desde ninguno de los dos lados y el año que viene en un equipo con uno o con otro tendré curro”. Y encima el dúo dinámico declara que el próximo año tendrán un equipito suyo y que se van a comer el mundo. A eso se le llama estilo, ¿verdad? El ambientazo en el equipo ha tenido que ser de órdago, por lo que creo que esta vez, el ganar una prueba ciclista no ha sido una labor de equipo: Contador ha ganado pese a su equipo. Y para acabar de lucirse, llega la organización (sic) del Tour 2009, empresa seria y fiable donde las haya, y se "equivoca" de himno. Encima de que no gana un gabacho, llevan cuatro años de españoles...¡en fín!

Enhorabuena, campeón. Y ¡ánimo! que tienes un montón de cuestas por subir y un montón de rastreros, gente baja, vil y despreciable, miserables, envidiosos, resentidos, rabiosos, mezquinos, perversos, abyectos, canallas, desdichados e infelices a los que enseñar el dorsal, subiendo y bajando que tú eres un todoterreno. Y además buena persona.



*La cita es de la página125 de la edición de Destino 2005


La foto la he tomado prestada de : www.elconfidencial.com/fotos/2009070959ContadorArmstrong.jpg y no sé quién es el autor.

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