Magnífico el artículo de Félix de Azúa en "El País" , Cavilaciones de un viajero, de hoy día 27 de mayo. Es genial. Lo suscribo entero y la verdad es que, desde que mi viejo profesor Don Miguel Ruiz me diera las primeras clases de historia, y luego otros con visión un tanto peculiar y torcida (¿verdad Sr. Bullón, alias Siso?) vi claro que España tuvo en su mano dos magníficas oportunidades para no quedarse rezagada en la historia del resto de Europa.
Una fue la invasión napoléonica: os voy a poner al día, que andáis muy retrasados (y de paso, algún beneficio saco yo) debió de pensar Napoleón cuando empezó a mover el tinglado de relevar a la familia borbón reinante, dechado de virtudes y cualidades como todo el mundo sabe. Luego lo que todos conocemos, que éramos muy brutos y preferimos "las caenas" propias a las mejoras provenientes del extranjero, porque los extranjeros son eso, extranjeros (ya lo dice el nombre). A algunos que pelearon para modernizar la monarquía, forma de gobierno no discutida por nadie en aquel entonces, mi tocayo el VII les metió en la cárcel. No iba a dejar el llamado "deseado" que nadie pusiera cortapisas a su poder, proveniente directamente del cielo con la intermediación de la Iglesia Católica, claro.
Ahora que se han cumplido doscientos años de la Guerra de la Independencia, se ha comentado de todo y yo no puedo discutir ni rebatir a nadie, obviendo los extremos que van desde el más rancio patriotismo hasta los que consideran que fue una guerra civil (sí, sí, que lo he oído yo en una tertulia). Yo lo sigo viendo como una oportunidad perdida. ¡qué se le va a hacer!
La segunda fue la Guerra Civil, o más exactamente, que la II Guerra Mundial no pasase por aquí para poder partir desde otra plataforma hacia el futuro al igual que los países vecinos, Portugal aparte, claro. Recuerdo las conversaciones con mi padre, al cual le habría tocado de pleno participar en la verbena, negándose ni siquiera a oir las supuestas ventajas que habría reportado el hecho. Claro, que mi padre vivió la posguerra, en un país arrasado, reprimido, en el que nadie se atrevía a respirar en público por si algún chivato iba a dar el cante a la Guardia Civil. Y de aquella, ya se sabe, el mero hecho de entrar en un cuartelillo era toda una aventura, por lo incierto de la salida. Si los aliados hubiesen invadido la península (menudas playas hay en Levante para un desembarco masivo), España habría podido beneficiarse de las ayudas del Plan Marshall, tener una democracia desde el principio como sus vecinos y sin tener (como dice de Azúa) "que avanzar vertiginosamente desde los años 80".
Historia-ficción, claro, porque tal vez el peso de España en cuanto a territorio (otra cosa, creo que no) podría haber retrasado o alterado el desarrollo de los acontecimientos que sí sucedieron. ¿Se imaginan Vds. a los estadounidenses prestándose a los intentos de los exiliados del PNV de facilitarles desembarcos a cambio de garantizar la independencia de "los vascos"? ¿Y a los submarinos británicos dejando la base de Gibraltar para asentarse en el puerto de Barcelona y así defender los derechos de la oprimida región catalana?. ¿La legión extranjera francesa aprendiendo el himno gallego?.
Los aliados entreteniéndose en la piel de toro... y Stalin sin pararse en Berlín y llegando hasta los Pirineos. Total, al final, habríamos seguido otro destino.
¿Será que no tenemos remedio?
comarto el espiritu de este articulo ilustrado que apuesta por una visión modernizadora y reformista de nuestro país. también me considero afrancesado en el sentido ideológco de heredero de la Iustración. No era deseable la pérdda de la soberanía,pero la solucion fue la peor. que se podía esperar deu n país de moscas, curas y carabineros, que advirtiese Pío Baroja. salud camarada
ResponderEliminarHola Fer!
ResponderEliminarMe alegra descubrir que te has subido al carromato de la "aldea global" -hay que joderse con el término, suena como imposible no?-. En fin, que que bien que andes por aquí. Te leeré, ya sabes que todo lo que sea no trabajar me encanta mucho y además porque tienes una pluma libre, avezada y divertida. Por cierto, antes de que se me olvide: que en la foto le das un aire al excelso Juanito Navarro, a ver si la cambiamos de urgencia porque tu tienes más planta y por aquí circula mucha lagarta -si alguna se siente ofendida es porque lo es, cuando hablan de astronautas yo no me doy por aludido-, que en definitiva es quien te interesa que te vea. Fer que en la red hay mucho cachooooor!
En cuanto a tu artículo más reciente, que es sobre el que estoy mandando el post -el resto me lo leo (siempre en horario laboral como ya te he comentado) esta tarde-. Por cierto no conocerá mi jefe la existencia de esta madriguera? Porque de ser así tendré que entrar con seudónimo. Bueno que me lío que con respecto a este artículo... Permíteme glosarlo una miaja. A la pregunta que cierra lo cierra te contesto ya: NO -ene, o-. En cuanto a las playas de Levante, que razón tienes, que hermosura de parajes, que buena gente arroja al mundo esas aguas... cuando inventen la máquina del tiempo que si te "ascuidas" la saca apple como widget para el iphone la próxima Navidad, me apuntas a lo del desembarco. Cómo le llamaríamos?? Yo propongo El Desembarco de NorGandía, creo que tendría eco en el futuro, no me preguntes porqué pero me suena bien. Y, desde luego, que todo habría sido mejor, para empezar yo tendría pelo y mi hermano también -lo cito porque él es del complejo alopécico- Mr. Marsall habría montado un Disney Land Grao Resort en Castellón y mi hermano y yo habríamos crecido tan felices, sin el estrés embutido del calvo de mi padre.
Bueno voy a parar porque me pongo como loco con la tecla y hay una norma no escrita en la red que dice que ningún post puede ser más extenso que el propio artículo comentado. Asín que me callo de momento.
Querido Fernando:
ResponderEliminarEspero que al recibo de ésta, estés bien. Yo bien, gracias a Dios.
No soy aficionado a comentar lo escrito por el primer blogero al que se le ocurra ponerse a parir ideas, pero haré una excepción contigo, ya que eres excepcional.
A pesar de que Azúa hace alguna aseveración discutible, pienso que se encuentra en el camino que nos puede llevar a la explicación de por qué somos como somos: un pueblo que sale a la calle a gritar, "vivan las caenas", no es muy fiable.
En cuanto a conseguir que los borbones tomen un avión en la T 4 con billete de ida, estamos a tiempo (el pueblo español ya lo ha hecho).
Bueno, camarada, espero seguir compartiendo contigo unas cervezas bajo la protección paternal de El Ocejón.
Salud
Ándres:
ResponderEliminarjajajajaja (carcajada grande) : desembarco de NorGandía; es magnífico. ¿ti lo maginas? (como decía Jorge de pequeño): los yanquis por Castellón, y tú con pelo... ¡la rehostia! escribiré un libro y lo registraré en la esgae mafiosa y asín podré vivir de la idea (tuya, jejeje)
Un abrazo
Fernando Barbero:
ResponderEliminareres la leche; gracias por la nota y la propuesta (la de la cerveza y la de la T-4); tú si que eres excepcional, ateo que está bien gracias a dios... lo dicho, la leche.
Un abrazo