El arroyo de La Matilla hasta arriba. |
Yo no soy de echar las culpas al tan socorrido cambio climático y comentar que llueve mucho o poco según la época y el año. Quien quiera saber mi posición al respecto, que consulte mis tres primeras entradas en el blog allá por el año 2009 (joé, qué de tiempo llevo escribiendo), pero es que ha llovido un montón:
- jarrear
- diluviar
- caer chuzos de punta
- llover como si lo fueran a prohibir
- caer la mundial
y claro,
- llueve sobre mojado
- la gota que desborda el vaso ya colmado y
- nunca llueve a gusto de todos
Compuertas abiertas en El Vado |
La semana supuestamente santa se ha pasado entre nubes y soles, como tantas otras desde que yo recuerdo, porque son cosas de la primavera. Si alguien quisiera garantizar (ya se sabe, en cuestiones meteorológicas no hay nada garantizado excepto la irregularidad) ciertas celebraciones al aire libre, que las convoque a primeros de julio... y siempre puede haber tormentas, claro.
Ahora, a raíz de todo lo que ha llovido, y pese a las goteras y humedades en sótanos, da gusto ver correr el agua. Los arroyos y los ríos bajan que da gusto verlos y claro está, hay que "dar el agua", abrir las compuertas de los pantanos porque están que rebosan.
Años hacía que no veía esto yo... |
Pero... lo dicho: la irregularidad forma parte de nuestro clima. De momento, hay agua y hierba como para envidiar a las vacas o las ovejas. Luego ya veremos.
Disfruten del agua.
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