Puede que el título extrañe, pero es una trancripción más o menos fonéticamente andaluza de "el jamón".
¡Qué puedo yo decir del jamón!, pues miré vd. nada que no sepa: que no todos los jamones son iguales porque su calidad depende de muuuuuuuuchas cosas. Depende de la raza del gorrino, de lo que coma, de qué lado duerma (¡qué cosas!) y de cómo se cure esa pata.
En estos tiempos en los que algunos se la cogen con papel de fumar, ha llamado la atención un hecho que se ha conocido hoy : la familia de un menor musulmán denuncia a un profesor de instituto por agresión de palabra con intenciones racistas. Bien, morrocotudo... resulta que el profe de geografía explica la influencia del frío en la actividad económica y menciona que el frío de Sierra Nevada sirve para curar el jamón de Armilla (Granada). El menda se siente ofendido, lo dice en casa y la familia le denuncia a la poli. Lo grave es que la poli va al instituto a tomarle declaración. Me gustaría ver el careto del madero al escribir el informe.
No se merece el tiempo que se le dedica, pero es un indicativo de que aquí (en toda Europa, quiero decir) vive gente extremista que utiliza las bondades del sistema para buscar la imposición de sus ideas.
Los ejemplos son claros y los puede buscar cualquiera; se hace una lista de atentados terroristas en Europa en los últimos 10 años y quitando los etarras, el resto tienen como perpetradores una religión que es siempre la misma (la misma porque no ha evolucionado nada desde antes de la Edad Media).
Yo siempre digo lo mismo: integristas y extremistas los hay, los ha habido y los habrá. El problema es nuestra dejadez, que puede acabar favoreciendo que esos extremistas se hagan con el poder. ¿Pongo ejemplos? Dos fáciles: en Cataluña no vota ni la mitad del electorado habitualmente, por lo que los que se presentan obtienen un resultado muy superior a lo que en la sociedad representan. El otro: Francia, que hace unos años se vió en la "obligación" de votar en las presidenciales si querían a Chirac o a Le Pen. ¡Menuda elección!
Si los paisas, cuando vienen a inaugurar una mezquita a Málaga, consiguen que no acuda la alcaldesa y que las periodistas se queden en la acera opuesta al edificio, es que alguien ha cedido por mor de la integración, de la costumbre...blablablá.
Pero si vd. , un domingo con diez colegas, en su habitación del hotel o de la residencia en la que trabaja en Arabia Saudí, organiza algo parecido a una misa, acto religioso, comida de Navidad, belén o canto de villancico no pasará nada... si no se chivan los vecinos. Si no, les veo dando explicaciones...qué diferente, ¿no?
Mira que conozco musulmanes que son de lo más normal. Pero me da miedo la capacidad de sembrar el odio que tienen algunos represntantes más o menos religiosos. Sobre todo porque viven a su lado (de vd.).
Nota: la próxima receta lleva chorizo.
Disfruten.
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