viernes, 23 de julio de 2010

Dar en el clavo


Contaban ayer en los llamados "medios de comunicación" (algunos no llegan a mitad de cuarto) que el número de presos por delitos relacionados con el tráfico se había disparado y multiplicado por nosécuánto. Que hay unos mil enchironados por hacer el cafre en la carretera y poner en peligro su vida (cosa que no me importa) y la mía (cosa que SÍ me importa). Esto lo relaciono con otra circunstancia parecida: la doctrina Giuliani, alcalde de Nueva York. El entonces alcalde de esta ciudad (cursilada lo de "gran manzana") decidió que cada carterista al que trincara se pasaría en la cárcel un mínimo de quince días, que para eso la madera neoyorquina depende directamente del alcalde.

Su cuenta era clara: si el delincuente o mangui roba o levanta dos carteras diarias y está quince días fuera de circulación o entrullado, el resultado es el de 30 ciudadanos o pringaos que no sufrirán directamente la eufemísticamente llamada "inseguridad ciudadana", o sea, la delincuencia.

No recuerdo si fue Rodríguez Colorado (que no ha pasado a la posteridad como ejemplo precisamente) o Rosón quien dijo en cierta ocasión que el 90 por ciento de los delitos que se cometían en Madrid era perpetrados por 2.000 chorizos a los cuales la policía conocía perfectamente y podría empapelar en cuestión de semanas. Lo que pasa es que luego las señorías les dejaban salir demasiado fácilmente. Por supuesto (lamento no recordar quién de los dos fue) tuvo que desdecirse.

Esto es lo que ha pasado con el tráfico: si un menda borracho conduce sin carné a 120 kilómetros por hora por un arcén y atropella y mata a un ciclista, hasta hace bien poco no le pasaba nada, es decir: NA-DA; el galimatías judicial se enredaba de tal forma que al final el seguro del coche acababa persiguiendo a la viuda del ciclista para que pagara los desperfectos.

Yo creo que la cuestión radicaba en que los de las togas también conducen (o conducían), esto es: se podían ver involucrados en algún que otro percance y por tanto no convenía que la ley fuera demasiado dura en ciertas circunstancias en las que podrían verse inmersos. Así que unos cuantos, sin carné, o borrachos o las dos cosas a la vez podían estar provocando dos o tres accidentes a la semana (¿quién de vds. no ha tenido que dar un frenazo o volantazo porque un h...de p... ha salido de repente de una bocacalle o de un camino sin mirar ni ceder el paso?). Luego se piraban y adiós muy buenas tú con la que se había montado. Pues si esos mil están sin conducir, tienes la misma aplicación de la doctrina Giuliani: fuera de circulación los habituales, pues menos accidentes. Lo digo porque yo no veo para nada la reducción de velocidad. Esta misma mañana por la carretera de La Coruña en la cuesta de la zona de Peñascales, iba yo a la velocidad máxima permitida (90 kms/h) y circulaba solo... quiero decir por el carril de la derecha, porque me ha pasado hasta un twingo.


Así que me parece que Interior ha dado en el clavo. Mis felicitaciones. Ya me gustaría poder decir lo mismo de otros ministerios y para muestra tres botones, información recogida ayer:


- para estudiar medicina necesitas un "12" como mínimo; luego aprobar el MIR. Si tú estudias en la universidad de Caracas, te presentas al MIR tan tranquilamente y la Espe te contrata.


- Fomento rescinde 32 contratos y demora los pagos de 199 obras; a ver si alguien de ustedes tiene las narices de rescindir un contrato con un organismo oficial o decir que vas a pagarles más tarde... "que este mes no me viene bien".


- La mitad de los jóvenes tarda más de un año en encontrar trabajo; llaman jóvenes a los que tienen menos de 35 años. Y lo ponen como noticia; "más de un año" puede significar hasta cuatro años claro.


A falta de clavos en los que dar, propongo las cabezas de algunos políticos. Acertaríamos seguro... y no faltarían voluntarios.


Tengan ustedes un buen verano.



la foto la he tomado prestada de http://www.motorafondo.net/

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