Hay fechas que se recuerdan y hay fechas que se imponen. Ayer se cumplieron 6 años de los atentados de los trenes en Madrid. Atocha, El Pozo, Santa Eugenia... tanto dolor y tanta maldad juntas, inconcebible hasta ese momento. Mucho se ha hablado, escrito, analizado e investigado, algunos con encomiable empeño y profesionalidad y otros con una mala baba impresionante. Como poco más puedo escribir de esto sí dejaré claras un par de cosillas:
Día 11. Recuerdo la frustración, el dolor... primero no saber qué le había pasado a mi mujer, que se dirigía a Atocha (pasa por allí todos los días). Los atentados fueron antes pero el miedo es libre.
Luego ver que cada vez había más muertos y que todos pensábamos lo mismo: nos han metido el petardazo porque Aznar nos ha colocado en el avispero de Irak con sus amigos Bush y Blair. Recuerdo hablar con mis compañeros y pensar que preferíamos que hubiese sido la ETA y no los moros locos, porque al que está dispuesto a morir matanto es difícil pararlo.
La convocatoria de la manifestación de esa tarde me olió a chamusquina. Perdón, pero fue así: tenía cita en el dentista y cuando llegué me dijeron que adiós, que estaban autorizados a dejar el curro para ir a la manifestación. Me mosqueé mucho y pregunté si lo autorizaba el colegio oficial o si les parecía normal que un gobierno convocara una manifestación. Como los buenos toreros, pararon, templaron y me atendieron. Inconsciente que es uno, porque si alguien puede hacer daño son los dentistas...
Día 12. Me levanté con un dolor de cabeza terrible, tras casi toda la noche en vela, viendo informativos, oyendo la radio, viendo llover y a dos millones de personas mojándose en todos los sentidos. A esperar...y cabrearme. Desde su cargos, el tontaina del Opus no hacía más que balbucear excusas y utilizar una coletilla: "...las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado..." y todo el rodillo puesto en marcha, aplicando aquello de repetir una mentira mil veces para que se convierta en verdad. Y una mierda. Eso les dio resultado en Galicia con la campaña de las municipales y lo del Prestige y creyeron que les daría resultado otra vez.
Día 13. La ministra de exteriores en la ONU para que escribieran que habían sido los etarras, el presidente llamando a los corresponsales de prensa extranjeros para que dijeran que había sido la ETA, el director de información de la agencia EFE imponiendo que se dijese que había sido ETA, el jeta que era ministro y cuya familia se forró recalificando terrenos en Benidorm, grabando alocuciones en la sede de EFE porque en TVE se negaron los trabajadores. Me recuerdo a mí mismo gritando a la televisión cuando ya se había encontrado una mochila intacta y el ministro del interior seguía balbuceando excusas durante una rueda de prensa en la que no quería soltar ni pío.
Día 14. Fui a votar con unas ganas que no veas.
Luego han salido los investigadores, con sus tramas y sus delirios. Para quien quiera saber (y no oir palabrería) ayer publicaba El País un artículo magnífico de Fernando Reinares "El verdadero significado de aquel 11-M". Eso es información. Lo de que si te asomas a la ventana de un piso de Gijón al lado de uno en el que estuvieron alquilados unos etarras hace 15 años, y desde allí veas una máquina de tren no tiene nada que ver.
He de reconocer que cogí con ganas el primer capítulo de la serie de El Mundo "Los puntos negros del 11-M", pero cuando llegué a un párrafo en el que decía: "...un grupo de policías de la cuerda dura del PSOE consigue hacerse con la dirección de la investigación..." ¡¡¡¿¿¿con la que estaba cayendo, pueden los maderos decidir quién curra aquí o allí????!!!! a partir de ahí, cualquier cosa, desde darle vueltas a lo de la dinamita, que si es de aquí o si se había limpiado las uñas con un palillo de caoba mi vecina la del quinto...hasta que llegaron a escribir que los de Leganés estaban muertos antes de la explosión.
En fin, de malnacidos está el mundo lleno y no descubro nada; pero algunos podía dedicar sus energías a otras cosas, y vds. saben a lo que me refiero.
Nota: no tengo fotos, porque esto no se deja. Da igual de dónde la saque, si es mía o de otros... probaré mañana y
OTRA: Don Miguel, ya podría haber esperado un par de días, haber ojeado unas perdices el domingo, ¡hombre! que tengo que contar una "culpa suya"...Descanse en paz, maestro.