Ahora que los días son más cortos, como obviamente todo el mundo sabe, pero que no es repetido hasta la saciedad por los supuestos medios de comunicación, suele pasar que vuelve a ponerse en marcha casi todo lo que estuvo parado en agosto. De momento (para desgracia mía) no es mi caso, puesto que sigo en el paro y nadie se anima a contratarme para ná. No desesperemos; hay más días que botellines.
Las vacaciones han estado divididas (están, que aún gozamos de la última semana) en tres tramos claramente diferenciados: el pueblo, la playa y Ávila.
En este primer capítulo, el pueblo, ya se sabe: muy verde toda la Sierra Norte de Guadalajara; un verano suave, con calor a mediodía y fresquito de noche para dormir bien, incluso tapado. Excursiones en bici o a patita, chapuzón, siesta y bricolaje, además de fiestas locales, visitas a zonas con wifi...da mucho de sí.
Aquí les dejo una muestra:
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Pathfinder maletero de chicle |
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Ocejón...¿volcán? |
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¿Dónde está el norte?¿eh?¿eh? |
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La tecnología NO los vuelve tontos. Son así. |
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Hasta ahí, y desde allá me subí en la bici. |
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Calleja. La presentaré al concurso. |
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Primeros tomates en el huerto |
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Jorge como un pollo... |
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Despeñalagua en agosto...¡qué maravilla! |
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Perola de albóndigas. No sobró ná. |
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Siesta en Valverde de los Arroyos |
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¿Qué mirarán tan atentos...? |
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Minijardían Click en tiesto roto |
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Fotógrafa fotografiada. |
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Poetas en acto cultural en Campillo de Ranas |
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Construcción del minijardín. |
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Bocatas para el cine de verano. |
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Se equivocaron las avispas al anidar en mi caseta del huerto...
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