viernes, 19 de noviembre de 2010

¡A comer!

He decidido jugar a Brie Van de Kamp (los que sigan 'Mujeres Desesperadas' saben a qué me refiero) y voy a empezar a publicar algunas recetas de cocina, sencillas pero sabrosas, sin tener que recurrir a deconstrucciones de huevos de civeta indonesa ni a yerbajos (con i griega) de los que no habíamos oído hablar en la vida.

Esta subsección del blog la titularé: Cocina de supervivencia. Porque no sólo de tortilla francesa vive el hombre.

Desde que tenía 16 años he tenido que cocinar muuuuuuuchas veces. Mis padres pasaban largas temporadas fuera de casa y mis hermanos curraban, así que un servidor, estudiante, se hacía cargo de la intendencia y de los toques de fagina.

La primera vez que uno pretende hacer una tortilla francesa, generalmente se quema la tortilla o la sartén, es cuestión de ensayo-error, pero cuando uno ya controla le sabe a poco, y empiezan los experimentos: se le añade un quesito (en esa época no había tranchetes), y luego un poco de atún, o chorizo y -el colmo entonces- carne del cocido muymuymuy picadita. Las tortillas ganaban mucho. Pero (como dice el título de la subsección): comer tortilla francesa a todas horas cansa así que un día pillé por banda a mi madre y en una libretilla cual periodista de los años 40 empecé a apuntar todas aquellas recetas que habitualmente se servían en casa, pero sólo las que me gustaban. Así que no hay ni potaje ni hígado. NO insistan.

El primero de la lista es el arroz con costra (amb crosta dicen los valencianos). Es fácil.
Necesitamos:

- arroz (obvio), yo propongo media taza de desayuno por persona. entiendo por persona un adulto o cualquiera de mis hijos. Normalmente se sirve como plato único así que se puede añadir un copete por cada dos personas. ¿me siguen?
- aceite de oliva (si puede ser virgen extra)
- cebolla
- tomate (natural rallado quien tenga tiempo, y si no, frito carrefour o similar. El solís me parece demasiado aceitoso)
- sal (un pelín por la tensión, ya saben)
- condimento amarillo o colorante alimentario
- huevos (y garbanzos ya cocidos) o atún
- morcilla negra seca (tipo longaniza si es posible, o tipo Burgos de cebolla, que arroz ya hay!!)
- una cabeza de ajos.
como pueden ver, ni espumas de nitrógeno ni palitos de bisonte canadiense. cosas que tenemos normalmente en casa.

Procedimiento:

1- poner el horno a calentar a 220º durante 10 minutos (que es lo que más o menos lleva la preparación)
2- en la perola (metálica porque uso vitrocerámica) se echa un chorreoncito (ya saben medias exactas: ni muy muy ni tan tan) de aceite y se pone a calentar.
3- píquese la cebolla tan fina como se pueda (por si luego algún histérico/a se encuentra un trozo y decide que no le gusta...) y fríase en fuego no muy fuerte.
Esto es complicado, porque la cebolla ha de dorarse, perder agua pero NO QUEMARSE. Pero, bueno, si se quema no pasa nada porque luego se va a evaporar en el horno.
4- Cuando esté la cebolla, se echa tomate al gusto; yo echo casi una taza para 4 personas.
5- Si el tomate es natural rallado, darle hasta que se fría. Si es de bote frito, pues ya está.
6- se echa el arroz a rehogar, es decir hasta que todo el arroz esté rojo (de tomate) y empapado en el aceite y la cebolla.
7- se echa el doble de agua que de arroz. no pasa nada por pasarse, porque en el horno el arroz no se estropeará por tener más agua y necesitar un par de minutos. esto no es la paella que tiene cantidades muy medidas de agua y tiempo. Así que: dos tazones de arroz= 4 tazones de agua.
8- se pone condimento amarillo, sal y a hervir a fuego fuerte.
9- cuando está hirviendo, se mete al horno y se cuentan 10 minutos.

ahora viene la sección opciones del cocinero:
a)- si se quiere hacer la costra, hay que batir huevos (yo echo uno por persona) y a los diez minutos, sacas la perola del horno (con cuidado, que quema) y le echas por encima el huevo batido, que se va a esponjar y va a formar la costra.
b)- hay (sobre todo en Valencia) quiene le echa garbanzos cocidos mezclados con el huevo para darle consistencia a la "capa". En ese momento, le colocas la cabeza de ajos a modo de guinda, y se ponen tantos trozos de morcilla como se quieran (uno por persona de la de tipo longaniza o una morcilla por cada dos personas)
c)- no bata los huevos, no le eche nada. Puede sustituirse todo por una lata de atún, desmenuzado y repartido por la superficie del arroz.
una vez "decorado" con las morcillas, el huevo o el atún, se mete al horno otros 10 minutos, dependiendo del gusto de cada cual.
Ventajas de este plato: el horno mancha poco, el arroz no se pasa, da igual que se queme un poquito, que va a estar buenísimo.

Últimos consejos: si opta por la opción de atúnynadamás, cuidado con la sal, porque el atún ya le va a dar el toque. No echen mucha sal al ponerlo a cocer (1 pizca por persona).






¡Que aproveche!






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