viernes, 26 de noviembre de 2010

¿Información?

En este mundillo en el que trabajo ahora, se está -como siempre en la empresa- al dictado de la actualidad. La actualidad manda, se dice. Pero el concepto puede ser interpretado de diversas maneras, y la verdad es que está inventado desde hace muuuuuuuuucho tiempo: todo es verdad o mentira según el color del cristal con el que se mira.
Resulta que unas veces priman unos criterios, por ejemplo : cantidad; "hay que pasar muchas fotos a los clientes", "hay que apabullar", "hay que dar sensación de que estamos en todo", "hay que..."; estas son las instrucciones de quien está en un despacho y decide o calcula según unos baremos. El currito que da a la tecla piensa lo contrario, pero su opinión no cuenta. La situación puede repetirse durante largo tiempo.

Hasta que un día llega el cliente (o varios) y dice: "dejad de mandarme tanta porquería y mandad información seleccionada. No me mandéis fotos de cosas raras y por docenas. Editad y seleccionad lo importante"; es comprensible: no hay tiempo para procesar tantísima información y es mejor que te la den, si no masticada, sí al menos en el plato. Nos pasa a todos, ¿verdad?; ¿quién lee todas las páginas que te da el tío ese de gafas que todo lo sabe (google)? Y claro, el cliente paga y al cliente sí se le hace caso.
Entonces llega el gran problema: ¿quién selecciona? Hay un curro en estos lares que se denomina editor; es aquel que selecciona y mantiene unos criterios de calidad, adecuación e incluso de cantidad; selecciona el material en función de su importancia, de la urgencia o de cualquier otro baremo y aquí viene lo fundamental: es siempre el mismo. Ha de ser un criterio de calidad y contrastado, el que HACE EMPRESA.

Pero la empresa no tiene o no pone un editor, por motivos económicos generalmente, así que delega en cada uno de los curritos la susodicha edición. Entonces nos encontramos un panorama divertido: 11 curritos + 3 jefas + 1 directora= 15 posibles criterios diferentes ante un mismo tema... ¡impresionante! ; por supuesto, los criterios de quienes están por encima priman sobre el que ha aplicado quien ha escogido o mandado la foto... pero después.

A mí me pasó esto muchas veces en otro trabajo: tú tomabas una decisión en un momento, porque dependía de tí, con urgencia, con criterio... y cinco días después un tipo en un despacho te daba la charla porque tendrías que haber hecho otra cosa. Claro, sabiendo lo que sabes cinco días después, pero ese tipo no estaba allí.

Ahora pasa lo mismo pero peor, porque hay más jefes: uno te habla de porcentajes para que no selecciones demasiado, otra te dice que pases esta otra foto (que es igual que una anterior y de peor calidad) y otra, otro día te dice que has pasado muchas... es tontería preguntar : "¿en qué quedamos?" porque no hay criterio. Y menos mal que ese criterio no está prostituído por la política o los intereses de algún poderoso.

Y encima, uno se encuentra con un tema que se repite: el tiempo atmosférico. Desde que los periodistas descubrieron que SIEMPRE se puede hablar del tiempo porque siempre ESTÁ AHÍ pues nos encontramos con que es información el hecho de que nieve en noviembre en el norte... o en Alemania, o en Holanda. Pues claro, ¡leñe! Menudas memeces se cuentan sobre el tiempo: transmisiones en directo vía satélite para que un gilipuertas que no ha esperado un autobús al raso en su vida diga que "hace muchísimo frío: 5 grados bajo cero". Y un cuerno.

Y esto no ha hecho más que empezar. Promete.

viernes, 19 de noviembre de 2010

¡A comer!

He decidido jugar a Brie Van de Kamp (los que sigan 'Mujeres Desesperadas' saben a qué me refiero) y voy a empezar a publicar algunas recetas de cocina, sencillas pero sabrosas, sin tener que recurrir a deconstrucciones de huevos de civeta indonesa ni a yerbajos (con i griega) de los que no habíamos oído hablar en la vida.

Esta subsección del blog la titularé: Cocina de supervivencia. Porque no sólo de tortilla francesa vive el hombre.

Desde que tenía 16 años he tenido que cocinar muuuuuuuchas veces. Mis padres pasaban largas temporadas fuera de casa y mis hermanos curraban, así que un servidor, estudiante, se hacía cargo de la intendencia y de los toques de fagina.

La primera vez que uno pretende hacer una tortilla francesa, generalmente se quema la tortilla o la sartén, es cuestión de ensayo-error, pero cuando uno ya controla le sabe a poco, y empiezan los experimentos: se le añade un quesito (en esa época no había tranchetes), y luego un poco de atún, o chorizo y -el colmo entonces- carne del cocido muymuymuy picadita. Las tortillas ganaban mucho. Pero (como dice el título de la subsección): comer tortilla francesa a todas horas cansa así que un día pillé por banda a mi madre y en una libretilla cual periodista de los años 40 empecé a apuntar todas aquellas recetas que habitualmente se servían en casa, pero sólo las que me gustaban. Así que no hay ni potaje ni hígado. NO insistan.

El primero de la lista es el arroz con costra (amb crosta dicen los valencianos). Es fácil.
Necesitamos:

- arroz (obvio), yo propongo media taza de desayuno por persona. entiendo por persona un adulto o cualquiera de mis hijos. Normalmente se sirve como plato único así que se puede añadir un copete por cada dos personas. ¿me siguen?
- aceite de oliva (si puede ser virgen extra)
- cebolla
- tomate (natural rallado quien tenga tiempo, y si no, frito carrefour o similar. El solís me parece demasiado aceitoso)
- sal (un pelín por la tensión, ya saben)
- condimento amarillo o colorante alimentario
- huevos (y garbanzos ya cocidos) o atún
- morcilla negra seca (tipo longaniza si es posible, o tipo Burgos de cebolla, que arroz ya hay!!)
- una cabeza de ajos.
como pueden ver, ni espumas de nitrógeno ni palitos de bisonte canadiense. cosas que tenemos normalmente en casa.

Procedimiento:

1- poner el horno a calentar a 220º durante 10 minutos (que es lo que más o menos lleva la preparación)
2- en la perola (metálica porque uso vitrocerámica) se echa un chorreoncito (ya saben medias exactas: ni muy muy ni tan tan) de aceite y se pone a calentar.
3- píquese la cebolla tan fina como se pueda (por si luego algún histérico/a se encuentra un trozo y decide que no le gusta...) y fríase en fuego no muy fuerte.
Esto es complicado, porque la cebolla ha de dorarse, perder agua pero NO QUEMARSE. Pero, bueno, si se quema no pasa nada porque luego se va a evaporar en el horno.
4- Cuando esté la cebolla, se echa tomate al gusto; yo echo casi una taza para 4 personas.
5- Si el tomate es natural rallado, darle hasta que se fría. Si es de bote frito, pues ya está.
6- se echa el arroz a rehogar, es decir hasta que todo el arroz esté rojo (de tomate) y empapado en el aceite y la cebolla.
7- se echa el doble de agua que de arroz. no pasa nada por pasarse, porque en el horno el arroz no se estropeará por tener más agua y necesitar un par de minutos. esto no es la paella que tiene cantidades muy medidas de agua y tiempo. Así que: dos tazones de arroz= 4 tazones de agua.
8- se pone condimento amarillo, sal y a hervir a fuego fuerte.
9- cuando está hirviendo, se mete al horno y se cuentan 10 minutos.

ahora viene la sección opciones del cocinero:
a)- si se quiere hacer la costra, hay que batir huevos (yo echo uno por persona) y a los diez minutos, sacas la perola del horno (con cuidado, que quema) y le echas por encima el huevo batido, que se va a esponjar y va a formar la costra.
b)- hay (sobre todo en Valencia) quiene le echa garbanzos cocidos mezclados con el huevo para darle consistencia a la "capa". En ese momento, le colocas la cabeza de ajos a modo de guinda, y se ponen tantos trozos de morcilla como se quieran (uno por persona de la de tipo longaniza o una morcilla por cada dos personas)
c)- no bata los huevos, no le eche nada. Puede sustituirse todo por una lata de atún, desmenuzado y repartido por la superficie del arroz.
una vez "decorado" con las morcillas, el huevo o el atún, se mete al horno otros 10 minutos, dependiendo del gusto de cada cual.
Ventajas de este plato: el horno mancha poco, el arroz no se pasa, da igual que se queme un poquito, que va a estar buenísimo.

Últimos consejos: si opta por la opción de atúnynadamás, cuidado con la sal, porque el atún ya le va a dar el toque. No echen mucha sal al ponerlo a cocer (1 pizca por persona).






¡Que aproveche!






viernes, 12 de noviembre de 2010

Papel grande

Dicen las normas de la gramática (ahora que la RAE quiere que digamos "ye") que un aumentativo se forma (en casos regulares) añadiendo el sufijo -ón, -azo al sustantivo cuya "información" se quiere aumentar.

Y aunque la última entrada hablaba de bricolaje, no tiene el papel nada que ver, puesto que a mí no me gusta el papel pintado (es más, me carga). Pero el aumentativo de papel sería "papelón" que en el diccionario (acepción número 4 del de la RAE) dice: "actuación deslucida o ridícula de alguien". ¿Quién no ha tenido alguna vez la sensación de estar haciendo eso, un papelón?

Mi memoria, selectiva ya, recuerda un papelón glorioso: el del PSOE cuando estando en el poder tuvo que convocar el referéndum de la OTAN después de años de teórica oposición a la misma. Aquello de "OTAN, de entrada, NO" pero sí. Por cierto, fue un español del PSOE, Javier Solana Madariaga, quien SIENDO SECRETARIO GENERAL DE LA OTAN autorizó/permitió los bombardeos sobre Belgrado para parar las masacres de la ex Yugoslavia. ¡Cómo cambian los tiempos!

Pero es que últimamente se amontonan los papelones de políticos relevantes.

Es escandaloso el de Marianico Rajoy con el asunto Gürtel (he puesto diéresis, que el "palabro" es alemán) poniendo esa cara que tiene y preocupado por el precio de "los chuches"; claro, como tantos políticos, no tiene ni idea de cómo está el mundo y no ha comprado UNA chuche hace mucho. Pero es comprensible porque no pinta nada en el tanque de tiburones que es la calle Génova; así que a callar que se le podrían comer aquellos como su tesorero, que nada tenía que ver con Gúrtel pero a los que pagaban el abogado. ¡Qué cosas!


Otro muy bueno ha sido el del actual Ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, que pasó de la manifa de UGT a dar discursitos sobre lo bien que empezaba a funcionar la reforma laboral esa que critico hoy y justifico mañana.


Y en esta semana hay dos papelones que podrían cubrir media península ibérica: uno es el de Jesús Eguiguren, presidente del PSE, prestando declaración a petición de la defensa del tal Otegi. A estas alturas (y es un tema muy jodío porque hay muchos muertos, heridos y afectados) hay quien se hace cruces porque Eguiguren haya cenado con Ternera o porque representantes varios se reúnan con etarras...¿Nadie se da cuenta de que desde que Josu Ternera huyese, los etarras van de capa caída...? ¿los sesudos analistas no han leído nunca una novela de espías de LeCarré, por ejemplo? ¿nadie sabe que el mejor agente es el agente doble?

Hale, Jesusito, a ver qué dices...

Y el último (por ahora) es el de Ministrini, la nueva ministra de Exteriores que tiene que ver como (mientras recorre el altiplano boliviano cual cabritilla floreada) los marroquíes se dedican a masacrar, a arrasar la resistencia (hasta ahora pacífica) de los saharauis. Otro tema jodío, ejemplo de lo buena que puede ser la administración española: ahí os quedáis y que os den a vosotros y los fosfatos que hay que se los queden estos. Todo un ejemplo de descolonización.


Claro, que el vecino es de aúpa, como esos que uno tiene en la comunidad con los que a lo más que puedes aspirar es a que no te toquen las narices, porque tiene la llave del grifo que te inunda Canarias o las costas de Andalucía de pateras, que pasa por delante de tus narices sus productos que venden baratos en tus mercados, que aprieta siempre que busca algo en el momento adecuado... las relaciones con Marruecos implican para los gobiernos españoles (cualquiera hasta ahora) ni pensar en el Sahara. Ahí no se toca ni se menciona. Total, a los saharauis les dieron por saco hace años, igual que a los palestinos, a los kurdos, a los armenios y a los republicanos españoles.


Y el que tenga la solución, que ponga el cascabel al gato.