martes, 20 de diciembre de 2011

Advenimiento

Con estas fechas que ya tenemos aquí, que se nos vienen encima desde más o menos el dia del Pilar, porque los putos periodistas quieren ser los primeros en dar las noticias y la Navidad empieza en octubre, la Semana Santa en enero y el verano en abril, me pasa una cosa muy curiosa: ya no las odio tanto y empiezo a comprender lo que vienen a significar para mucha gente. Principalmente, porque dentro de "mucha gente" me incluyo yo. Hay cosas que no me engloban, como el dichoso fútbol (o casi) o seguir ciertos programas de la tele... pero uno vive en el mundo y pasa lo que pasa.

Decía que ya no las odio tanto porque el tener niños hace que uno se sienta reymago o papanoé ese, le mole esconder juguetes, participar en la ilusión de los niños (¡almas cándidas ellos!, que luego se estropean, claro) y uno se va ablandando con los años, haciéndose viejo, claro.

Decía el otro día, hablando con una muy buena amiga, con la que compartí muchos años de estudio, paseo, charlas y más cosas, que lo malo que tiene pensar siempre lo mismo es que uno puede evolucionar pero no cambia radicalmente a menos que tenga una experiencia extrasensorial (las drogas y ver santos andan muy de la mano) o un hecho dramático, las cosas las seguimos viendo de la misma forma.

Y como dos años no son nada, yo sigo pensando lo mismo de las fiestas (véanse

http://piensagratis.blogspot.com/2009/12/odiolaloteriapuntocom.html y
http://piensagratis.blogspot.com/2009/12/feliz-navidaz.html )

Pero este año las cosas andan realmente chungas. No lo digo porque sea la moda o lo digan en la tele o lo digan los putos políticos (sí, esa clase política española que se ha convertido en un problema en sí misma); lo digo porque lo veo todos los días, y sobre todo, lo siento.

En estas fechas (joé tó lo que he metío desde que empecé) se celebraba el Adviento, abreviatura de Advenimiento, en el que se supone que los cristianos deben prepararse para celebrar correctamente la Navidad, que es un periodo de esperanza, blablabla que todos ustedes seguramente saben.

Al igual que otras fiestas cristianas, coincide SOSPECHOSAMENTE con las fiestas paganas, que esta época celebraban el solsticio de invierno. En estos días, cortos, fríos, y ante la que se avecina ('qué gran personaje el Rancio!) los pobres humanos que vivían en sus chamizos, se atiborraban de todo lo que podían para acumular grasa como los osos, para soportar el laaargo invierno.

En el año 2011 (de esta era, que ya se sabe que hay religiones con unos cuantos años de diferencia) seguimos con la cosa esta y nos encontramos que tenemos por delante no un invierno, sino un túnel negro como boca de lobo. Mira, otra tontuna que surge: resulta que la expresión no se refiere a la boca de un lobo (canis lupus signatus) sino al estrecho acceso de los puestos de vigia en lo alto de un mástil de un barco. Debe ser que ver la costalada que te puedes pegar, hace que todo se vea negro...
El túnel, al igual que el invierno, se ve largo y oscuro pero poco a poco la luz de los días aumenta (ná, cosa de un minuto) pero el proceso no se detiene: la tierra gira y los días y las temperaturas mejorarán y los pobres humanos podrán volver a comer y tamtién, tener esperanza en que el mañana será mejor que el presente. Cuando el presente está tan chungo como el nuestro, y contraviniendo las leyes de Murphy, es mejor pensar y desear que todo va a ir a mejor.



Yo les deseo a todos de todo corazón, que el mañana sea mejor que hoy. Y aunque nos acordemos de los que ya no nos acompañan y no ven los jalones del camino que vamos culminando, lo hagamos con una sonrisa, pensando que ellos aprobarían y disfrutarían del momento especial que es este.



y para no perder la tradición, les deseo Felices Pascuas, Feliz Nochebuena, Feliz Navidad, Felices Pascuas, Felices Reyes y que el año que empieza sea el mejor.



¡Hale! y disfruten.

Las fotos las he cogido de por ahí, del google ese que todo lo sabe...